Unos 14 colegios secundarios de la ciudad de Buenos Aires están tomados por los alumnos en reclamo por un aumento de becas, que fueron reducidas por el Gobierno porteño. Los centros de estudiantes, algunos agrupados en la Coordinadora de Estudiantes Secundarios, reclaman también aumento del presupuesto educativo y mejoras edilicias.
Los colegios con tomas parciales o totales son los Normales Nº1, Nº5 y Nº8, la escuela de música Juan Esnaola, la técnica Fernando Fader, la escuela de Cerámica 1, y las medias Julio Cortázar, Mariano Moreno, Nicolás Avellaneda, Claudia Falcone, Manuel Belgrano, Mariano Acosta y el Liceo Nº 3. Voceros del Ministerio de Educación porteño dijeron a Perfil.com que son menos de diez, y agregaron que el Normal 1, el Avellaneda y el Esnaola ya levantaron la medida.
El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, al mando de Mariano Narodowski, redujo la cantidad de becas otorgadas de 60 mil a 30 mil para dar más plata "a quienes realmente lo necesitan": mientras el año pasado todas las becas eran de $125 anuales, ahora se otorgan 17 mil subsidios de $600 y otros 13 mil de $800, afirmaron voceros del ministerio. "Estamos ante un enorme cambio cultural, porque pasamos de un sistema en el que todos recibían becas y no importaba si se estaba en una situación de vulnerabilidad, a un sistema donde se entrega mucho más dinero, a familias con real vulnerabilidad social", declaró Narodowski a Radio Continental.
El Ministerio pidió declaraciones juradas a las familias de los alumnos que solicitaban las becas para analizar si los padres tienen empleos o si reciben algún tipo de asistencia social, y así determinar quiénes tienen mayor "vulnerabilidad social" y deben recibir los subsidios. Las fuentes de la cartera educativa explicaron a Perfil.com que "hasta el año pasado la recibían todos los que la pedían" y que encontraron casos de alumnos becados cuyos padres cobraban entre $3000 y $5000.
Los alumnos, sin embargo, denuncian una realidad muy distinta. "Nos dijeron que el presupuesto se iba a duplicar y eso no pasó", dijo a Perfil.com Lucía González, presidente del centro de Estudiantes del Nicolás Avellaneda, quien afirmó que muchos alumnos siguen cobrando los mismos montos, sin aumento. Contó, además que "el criterio de entrega fue ilógico, se mandaron cartas diciendo que los ingresos familiares eran suficientes a familias en las que ambos padres son desempleados".
González explicó además que los montos de las becas "son irreales", por estar basados en la canasta básica del año 2000 . "Se los comió la inflación", argumentó. Por eso, las tomas se hacen bajo control estudiantil pero con el apoyo de padres y maestros: los docentes del Avellaneda, como los de la mayoría de los colegios tomados, decidieron en asamblea seguir dando clases para que la educación continúe.
"No existe la toma con clases: si hay toma no hay clases", refutaron en el Ministerio de Educación, que ordenó a directivos y docentes que se retiren de los establecimientos para preservarlos de la responsabilidad de lo que allí pudiera ocurrir, según sostienen los voceros.
"El Ministerio no tiene certeza de lo que ocurre durante la toma respecto de la seguridad y la limpieza. No hay adultos responsables", afirmaron, por lo cual, "una vez que toman la escuela, se pide a los directivos que identifiquen a los alumnos, para informar a los padres y pedir que los retiren, avisando que las autoridades no se hacen responsables de su seguridad".
Los alumnos ven en esto un intento de criminalizar su reclamo: "Piden nuestros nombres como si lo que hacemos fuera un crimen, cuando es legal y seguimos dando espacio para seguir educándonos", afirmó González, quien sostuvo que no están dispuestos "a dar nombres a un gobierno que nos recorta las becas y no puede defender lo que debería".
Voceros del Ministerio de Educación negaron a Perfil.com que fueran a tomar medidas disciplinarias o judiciales contra los alumnos, y explicaron que antes también se tomaba lista durante las tomas, pero dejando una autoridad a cargo. Cuando se retomen las clases, las autoridades de cada establecimiento deberán informar cómo recuperarán los días de clases perdidos. Los voceros de la cartera educativa señalaron que las tomas ocurrieron cuando todavía está vigente el Período de Reconciliación para que los alumnos puedan pedir la reconsideración de la negativa de la beca. Como el conflicto impide que se realice en la misma escuela, el trámite se puede gestionar en las oficinas de Bolivar 191, segundo piso, de 9 a 16, hasta el próximo viernes 29 de agosto.