Luego de la refriega por la transmisión de los partidos de fútbol, la semana que viene el Congreso podría recibir el proyecto oficial de servicios de comunicación audiovisual que en caso de aprobarse, reemplazará a la Ley de Radiodifusión, denominado por el oficialismo como la madre de todas las batallas. De esta manera, Néstor Kirchner dará otro golpe alGrupo Clarín ya que el proyecto promueve importantes limitaciones al principal grupo de medios de la Argentina, como la imposibilidad de tener más de 35% de los abonados de cable del país (hoy tiene 48%) y la prohibición de operar un canal de aire y una red de cable en la misma localidad, lo que lo obligaría a vender Canal 13 para quedarse con Cablevisión-Multicanal o viceversa.
Mientras la presidenta Cristina Kirchner dijo ayer en el lanzamiento de un programa contra el desempleo que sufre de “fusilamientos mediáticos”, el ex presidente insiste ante sus íntimos que perdió las elecciones por 500 mil votos y que ese déficit de voluntades es por culpa deClarín. Su meta es llegar a la carrera de 2011 con el principal grupo de medios, al menos, debilitado.
La ecuación de tiempos es sencilla: de lograr la aprobación en el Congreso en septiembre y una rápida reglamentación, la nueva ley, tal como establece el proyecto que fue presentado por la Presidenta en marzo de este año, les daría a los operadores de televisión y radio hasta septiembre u octubre (el plazo es un año) de 2010 para adecuarse a la nueva norma, lo que significa que para entonces, Clarín deberá vender lo que le sobra, ante el corset que le impondría la nueva legislación para el sector.
Los compradores de los despojos podrían ser empresarios amigos del Gobierno, como el grupo Electroingeniería, que ya es dueña de radio Del Plata, o el empresario Sergio Szpolsky, propietario de BAE y Radio América, además de nuevos jugadores, lo que mejoraría las perspectivas mediáticas del oficialismo en 2011.