A pesar de que un pequeño grupo de parlamentarios se mostró disconforme con la presencia de Mauricio Macri, después de darle la bienvenida en el Congreso de los Diputados, el presidente de España, Mariano Rajoy, sostuvo que ve una nueva era en las relaciones bilaterales y celebró el giro político que impulsó el gobierno de Cambiemos.
"Argentina ahora es un país en marcha. Va a ser una buena visita", comentó Rajoy al diario La Nación en un breve diálogo a la salida del Parlamento, mientras Macri se retiraba en el Rolls Royce oficial en el que se trasladó por Madrid.
La relación entre los dos mandatarios viene desde hace años. Rajoy lo conoció a Macri cuando hacia campaña entre la comunidad española en el país. Hoy, afectuosamente, lo recibió en el Congreso, lo guió hasta el estrado, lo aplaudió de pie durante su discurso y quedó en verlo por la noche en la cena de gala que ofrecerá el rey Felipe VI en el Palacio Real.
Los dos presidentes tienen en agenda mañana una reunión bilateral en el Palacio de la Moncloa, la sede del gobierno, en la que firmarán una serie de convenios que reflotará la asociación estratégica que había quedado trunca durante el kirchnerismo.
"La sola presencia de Macri, con una visita de esta jerarquía, ya es un éxito", evaluó el diputado José Ramón García Hernández, portavoz de Asuntos Exteriores del gobernante Partido Popular (PP) y viejo conocido del presidente argentino.
Diputados y senadores conservadores celebraron el tono del discurso que dio Macri ante los legisladores españoles, en el que ratificó su voluntad de "ratificar la alianza entre América del Sur y la península ibérica" y llamó a las empresas españolas a invertir en la Argentina.
