POLITICA

Habla el hijo de una de las Madres de Plaza de Mayo secuestradas por Alfredo Astiz

María Eugenia Ponce de Bianco fue una de las fundadoras de la agrupación. Fue asesinada en 1977. El desgarrador testimonio de su hijo Luis. Galería de fotos

"Mari" Ponce fue una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo.
| Cedoc

Luis Bianco es testigo y querellante en la megacausa ESMA, que hoy tuvo su veredicto. Es, además, hijo de María Eugenia Ponce de Bianco, una de las primeras integrantes de Madres de Plaza de Mayo y perteneciente al grupo de desaparecidos de la Iglesia de Santa Cruz, infiltrados por Alfredo Astiz en 1977.

"Mari" Ponce comenzó en el movimiento de Derechos Humanos buscando a su hija Alicia, militante del ERP desaparecida el 30 de abril de 1976. No la encontró, pero un año después recuperó a su sobrina-nieta Soledad Ponce. La niña de once meses (hoy tiene 35 años) había sido secuestrada y dejada como NN en la Casa Cuna, después de la muerte de su padre y su tío, Manuel y Oscar Ponce.

Aún antes de la existencia de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Mari Ponce brindó una dura lucha para recuperar a Soledad: mientras seguía buscando a su hija, publicó un habeas corpus por la restitución de la niña, pero el juez de la causa no quería devolverla. Así, comenzó a reunirse con otros familiares de desaparecidos en la Iglesia de la Santa Cruz, ubicada en el cruce de Estados Unidos y Urquiza, en el barrio porteño de San Cristóbal.

En el grupo estaban Azucena Villaflor de Vicenti, Esther Ballestrino de Careaga (fundadoras de Madres de Plaza de Mayo junto a Ponce), las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, y los activistas de derechos humanos Ángela Auad, Remo Berardo, Horacio Elbert, José Julio Fondevilla, Eduardo Gabriel Horane, Raquel Bulit y Patricia Oviedo.

También comenzó a asistir a las reuniones el ex capitán de fragata de la Armada, Alfredo Astiz. "Se hacía llamar Gustavo Niño, y en las reuniones decía que tenía una hermana desaparecida", recordó Luis Bianco en diálogo telefónico con Perfil.com. Su objetivo era infiltrarse en Madres y otras organizaciones de derechos humanos.

Los secuestros. A fines de 1977, el grupo de la Iglesia Santa Cruz preparaba una solicitada para reclamar la aparición de los detenidos-desaparecidos. Al mismo tiempo, el grupo de tareas 332 de la ESMA organizaba el secuestro de sus integrantes. Entre el 8 y el 10 de diciembre, todos los nombrados fueron detenidos. Astiz fue el encargado de señalar a las víctimas con un abrazo en el atrio de la iglesia.

Los cuerpos. Los desaparecidos del grupo pasaron por la ESMA y fueron arrojados al Río de la Plata. "El año pasado tuve la suerte de hablar con unos bomberos que levantaron los cuerpos de la playa, porque entre el 18 y 20 de diciembre bajó la marea y aparecieron a la altura de Santa Teresita", narró Bianco a Perfil.com

Ángela Auad, Azucena Villaflor, Esther Ballestrino, Léonie Duquet. y María Ponce fueron encontradas como NN en el cementerio de General Lavalle en 2005 por el Equipo Argentino de Antropología Forense. "Hoy descansan en el solar de la iglesia de Santa Cruz con permiso de la iglesia y del entonces intendente Aníbal Ibarra", explicó Ponce.

El juicio. Antes del veredicto de la causa ESMA, Bianco dijo a Perfil.com que "después de 34 años para nosotros es un día muy emotivo", y anticipó que esperaba cadena perpetua para los acusados.

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"Estas mujeres, estas tres madres, la única arma que portaban era un pañuelo blanco en la cabeza. Mi madre tenía 53 años, hoy tendría 86, para mí es muy fuerte. Espero justicia, nunca pedimos venganza", concluyó, emocionado.

(*) De la redacción de Perfil.com