Su denuncia, en la que advirtió a las fuerzas de seguridad del presunto delito de quien luego se identificaría como José López, aportó más fuego al incendio que ya venía padeciendo el Frente para la Victoria. Se trata de un comerciante de pollos de 49 años llamado Jesús Ojeda, residente General Rodríguez, a quien -critica- aún nadie le agradeció a nivel oficial.
El pollero fue entrevistado en 'Mauro La Pura Verdad' y relató la increíble noche en el convento de General Rodríguez. "Las monjitas estaban más tranquilas que yo", manifestó Ojeda. Jesús fue el hombre que llamó al 911 esa madrugada del 14 de junio, cuando el ex funcionario K llegó de manera intempestiva al Convento, "tocó timbre un buen rato y después tiró los bolsos para adentro y saltó el paredón." "Estaba tranquilo, al menos al principio. Después me dijeron los policías que se puso más nervioso", relató.
"¿Esperabas una recompensa?", se le preguntó. Y contestó: "No, esperaba en realidad que alguien me dijera 'gracias'. Y nada más. Hoy, pasando los días uno piensa 'bueno, que me den algo'. Pero en el primer momento esperaba que alguien me dijera gracias. Por un lado, el intendente. Yo terminé de firmar todo y me dijeron 'te podés ir'. Luego escuché que al policía lo ascendieron, el intendente fue a hablar a los canales..."
"Pero yo no pedí recompensa", remarcó.
Jesús relató que su vida "no cambió" desde el episodio, aunque reconoció que "ahora cuando camino miro para todos lados". Agregó que no le interesaba la política y que hasta esa noche nunca había escuchado el nombre de José López.
Tranquilo y sin darle demasiada importancia al rol protagónico que le tenía reservado el destino, Ojeda contó que López estuvo como dos horas en la cocina del convento y que cuando ingresó vio una taza. "Cuando entré vi los bolsos y el arma", recordó por último.
