La Cámara de Importadores de la República Argentina informó a sus miembros asociados que “tendrá en breve una audiencia con el secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión del Comercio Exterior, Ariel Schale, donde conversaremos y profundizaremos sobre la realidad y las necesidades de las importaciones” con el objetivo de tener un “normal desempeño” de su actividad.
Los importadores analizaron los recientes cambios que introdujo el Gobierno en la política de control del comercio exterior, expresada a través de la resolución 1/2020, y resumen así los principales cambios:
◆ Reduce de 180 a 90 días el plazo de vigencia de las licencias.
◆ Prevé que una licencia pueda ser, 15 días antes de su vencimiento, prorrogada.
◆ Reduce la tolerancia en las LNA de un 7% a un 5%, las diferencias en el valor FOB unitario y en cantidad de importación.
◆ No deben tramitar LNA aquellas posiciones arancelarias específicas que al momento de publicación de la norma se encuentren en alguna de las siguientes situaciones: 1) embarcadas, 2) Solicitudes de Licencias Automáticas de Importación que se encuentren en estado “oficializado” y 3) en Zona Primaria Aduanera, aunque estas excepciones caducarán si las mercaderías comprendidas no son nacionalizadas a los sesenta días corridos a partir de la entrada en vigencia de la presente resolución.
◆ Se aclara que las licencias aprobadas con anterioridad a la citada resolución mantendrán su vigencia hasta su utilización o cumplimiento del plazo de validez por el cual fue otorgada (180 días, según la legislación anterior).
Problemas. En este contexto, la industria automotriz fue la primera en registrar el impacto de la mayor regulación en las importaciones. De hecho, en firmas como General Motors y Renault el regreso a producción se encontró con inconvenientes para gestionar las compras de las autopartes que llegan del exterior.
Según contó ayer Ambito Financiero, hasta ahora la operatoria se venía realizando de manera automática y las empresas podían programar el flujo de piezas para las líneas de producción. Pero desde que el Gobierno decidió aplicar más controles, la situación se complicó. La situación puede agravarse ya que desde el lunes próximo se sumarán otras terminales a la actividad y el faltante podría pronunciarse, y de hecho en las compañías está en duda que vayan a contar con las autopartes para el proceso productivo.
En el Gobierno buscan llevar tranquilidad y hablan de que las demoras tienen que ver con la adaptación del mercado al nuevo sistema de controles que está migrando desde el Sistema de Monitoreo Integrado (SIMI) al esquema actual. La definición se verá en unos días.