Golpes de puño, palazos y botellazos marcaron parte del escenario de los militantes peronistas que respaldaron esta tarde la asunción de Cristina Fernández de Kirchner, en la puerta de la Casa Rosada, lo que obligó a la Policía a dispersarlos a través de camiones hidrantes.
Los incidentes se registraron esta tarde, cuando la ya presidenta argentina realizaba su primer discurso en el Congreso, ante la Asamblea Legislativa.
Militantes, columnas piqueteros y gremiales llegaron desde temprano a la Avenida de Mayo y a la Plaza, entre bombos, bombas de estruendo y cánticos que acompañan a la asunción de Fernández de Kirchner.
Minutos antes de que la presidenta y su marido arribaran a la Casa Rosada, un grupo de los manifestantes se enfrentaron con palos, botellas y algunos golpes de puño, lo que obligó a la Policía a dispersarlos con camiones hidrantes.