Un preso tomó como rehenes a dos personas mientras declaraba ante la Justicia porque, según él, quería atención mediática para garantizar su seguridad, ya que teme por su vida. Después de negociar durante dos horas con las autoridades policiales, el hombre se entregó.
El hecho ocurrió este mediodía en la sede del juzgado federal número 2 de Lomas de Zamora, ubicado en la calle Laprida al 600, de ese partido del sur del conurbano bonaerense.
Pablo Conforti, de 48 años y apodado "Palmito", cumpe una condena en el penal federal de Ezeiza por los delitos de falsificación de documentos y encubrimiento, de la cual sólo le restaban 88 días. Fue trasladado a la sede judicial a declarar, y en ese momento escapó de la custodia, para luego tomar como rehenes a dos funcionarios judiciales, un hombre y una mujer, armado con una pistola y un cuchillo.
El recluso dijo a la prensa que quería ser entrevistado por una defensora oficial para hacer una denuncia. Sostuvo que necesita que lo escuchen, ya que tiene en su poder "un informe que vale 10 mil millones de dólares que se los robó al señor Enrique Cochi, CEO de la empresa Prosegur, en el hotel Four Seasons".
"Yo realicé una acción de espionaje. Me dediqué al espionaje, fui mercenario americano, estuve en Kuwait y Turquía", indicó Conforti, en diálogo con Radio 10. Luego manifestó que "no le importa morir" y reiteró que "quiere que salga a la luz lo de los 10 mil millones de dólares".
Como consecuencia del episodio, fueron desplegados en el lugar grupos de elite de la Policía Federal y Bonaerense, y del Servicio Penitenciario Federal. Cerca de las 13.45, el recluso se entregó a la Policía, que además logró liberar a los rehenes, identificados como Rafael Leal, secretario del juzgado, y la defensora oficial Carina Vago.
Cuando los oficiales volvieron a controlarlo, sólo le incautaron la faca: la tenencia del arma nunca había existido, indicaron. "Me faltan 80 días para salir, pero no me importa mi libertad, me importa mi Argentina", gritó.