Desde su lanzamiento, a fines del año pasado, el plan Argentina Trabaja no logra encantar. Esta vez, son los intendentes del Conurbano bonaerense los que alzan la voz. Sucede que los jefes comunales encuentran demasiadas dificultades para supervisar la asistencia de los empleados de las cooperativas que agrupan a miles de trabajadores por distritos, y los niveles de ausentismo comenzaron a alarmarlos.
“La complejidad del programa es que no se tuvo en cuenta la infraestructura que se requiere, implementarlo es tener un municipio paralelo”, sostienen los alcaldes consultados. Los intendentes decidieron levantar la voz después de que el último fin de semana funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación se ausentaran de una reunión en Vicente López en donde los esperaban los secretarios de Hacienda de los municipios para coordinar la rendición de cuentas del plan.
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