Falta de comunicación, una invitación que nunca llegó, o una invitación que nunca se concretó. El tema eclipsó a la visita que hizo la gobernadora María Eugenia Vidal al Hospital Evita Pueblo de Berazategui. El intendente Patricio Mussi, se quejó porque lo habrían dejado afuera. "Yo soy peronista K, admiro a Cristina Kirchner y (María Eugenia) Vidal admira a (el presidente, Mauricio) Macri, no me castiguen por eso", manifestó Mussi, según DyN.
El ministro de Gobierno bonaerense, Joaquín De la Torre, lo cruzó a Mussi y afirmó: "Es importante que algunos intendentes contesten a las invitaciones y asistan a las actividades, dejando de lado la mezquindad", sentenció.
En tanto, Mussi afirmó que "esto no contribuye ni al diálogo ni a la sana convivencia", y subrayó: "En más de un año de gestión solo pude conversar una sola vez con Vidal".
"Quiero que me ayuden cuando se corta la luz, cuando un abuelo no puede pagar un remedio. Queremos tener el respaldo de la gobernadora y del presidente, que nos llamen”, dice el comunicado que publicaron desde la intendencia de Berazategui.
Mussi, invitó a la gobernadora de la provincia a "realizar juntos una visita sorpresa en el distrito. Nadie les va a hacer nada en Berazategui”
A todo esto se sumó, Francisco Durañona, intendente K de San Antonio de Areco, que se encargó de contestarle a De la Torre: “Si durante el Gobierno de CFK y Scioli te llegaban a decir eso armabas un escándalo mayúsculo”, escribió en su cuenta de Twitter, y acompañó el mensaje con un ocurrente hashtag: #Nonostomenporboludos.