“Me tocó hablar por la Celac y di mi posición sobre lo que creía que pasaba en esta cumbre, en América y hacía dónde debíamos transitar. No voy a evaluar lo que dije, pero creo que fue una jornada valiosa. A la noche tuve un intercambio de palabras buenas con el presidente Joe Biden para seguir viendo cómo seguir. Vamos a seguir trabajando. A pesar de las limitaciones por las ausencias que hubo, fue una buena cumbre”, fue la primera evaluación que hizo Alberto Fernández en diálogo con PERFIL y otros medios que cubren la actividad presidencial.
¿El discurso fue consensuado con el resto del continente?
La Celac es una organización donde quien ejerce la presidencia tiene la voz de la Celac. No tuvimos ninguna reacción en contra. Hasta el presidente de República Dominicana, que es alguien que por ahí no está cerca de mí ideológicamente, apoyó las palabras. Ayer (por el jueves 9) recibí solo palabras de apoyo. Los discursos no se consensuan, son propios, sino son documentos.
“Cuando quiere es duro”, sorpresas por el discurso de Alberto Fernández
¿Cómo cree que influirá en el vínculo con el gobierno de Joe Biden?
Antes de venir tuve demasiadas charlas con funcionarios y dirigentes de los Estados Unidos y sabían perfectamente lo que iba a decir. Fue una posición muy honesta la que planteé. No hubo ningún tipo de sobresalto. Al igual que terminé mi mensaje, no vine a poner más muros, sino a construir puentes. Intercambiamos unas palabras con Biden, en una reunión social, pero de ningún modo hubo un reproche, todo lo contrario.
El FMI aprobó la revisión del primer trimestre ¿El gobierno tiene previsto redireccionar fondos en políticas sociales?
Nosotros no estamos pensando en acotar ningún tipo de gasto en materia social. Argentina está teniendo un crecimiento realmente muy importante y, por lo tanto, no queremos que ese ritmo se frene o se desacelere. Estamos monitoreando el día a día. Insisto, la ironía es que la Argentina crece y ese crecimiento demanda dólares para los insumos y, a pesar de que las exportaciones crecen mucho, por momentos se vuelven insuficientes para la cantidad de dólares que reclaman o se necesitan en la industria.
Es algo que vamos a ir corrigiendo poco a poco. El Fondo ya ha dicho que es necesario recalibrar todo por la inflación que se ha dado en los alimentos en todo el mundo. La inflación de alimentos es un tema que preocupa a todos, hablé de esto con (Justin) Trudeau y con (Jair) Bolsonaro. Es un tema de preocupación en el mundo, por lo tanto cualquier acción de recalibración que tengamos que hacer sobre lo que hemos programado tiene más que ver con una iniciativa del Fondo y que nosotros por supuesto compartimos.
Bajaron los bonos argentinos y subió el riesgo país. ¿A qué atribuye esa reacción del mercado cuando en estas horas el FMI aprobó la revisión del primer trimestre?
Hablé ayer con los dos -Guzmán y Pesce- y otra vez esta mañana. Nosotros esperábamos que por esta época esto podía pasar porque muchas empresas se desprenden de títulos para cumplir con obligaciones. Creo que la cosa se va a ir ordenando paulatinamente y obviamente seguiremos de cerca el tema para monitorearlo y para intervenir si es necesario.
Se volvió a encontrar con Jair Bolsonaro ¿Cuál fue el tono del encuentro?
Ayer el presidente Bolsonaro me vio en el hall de entrada antes de pasar a la reunión, estamos haciendo tiempo para pasar a la reunión, se acercó muy amablemente me saludó, hablamos un ratito de fútbol, y después me preguntó por su preocupación por el tema energético, sobre de qué modo podemos trabajar en la integración energética. Yo le dije que las posibilidades eran muy concretas, porque ya parte de la energía eléctrica que hoy entra a Argentina la traemos de Brasil a un mínimo precio, yo se lo agradecí le dije que queríamos seguir con eso. Y le expliqué en qué estado estábamos con el gasoducto, el me preguntaba si íbamos a hacer las plantas de licuefacción, le dije que sí pero que a ellos les convenía importar gas natural, que es mucho más barato, y por qué si desarrollábamos como tenemos planeado y espero lo podamos cumplir, el gasoducto de Vaca Muerta, ahí vamos a poder ingresar mucho gas a Brasil.
También le aclaré algo que había leído en diarios de Brasil, decía que Bolivia le había quitado gas a Brasil para dárnoslo a nosotros. Le expliqué que eso no es cierto, que nosotros también habíamos perdido cantidad de gas, que tiene que ver con un declino en la producción de gas de Bolivia. En el gobierno de facto de Añez se dejó de explorar y producir, y eso generó este declino. Quedamos en seguir hablando. Honestamente es la primera vez que hablo más de dos minutos con el presidente Bolsonaro, un poco más largamente.
La única vez que lo había visto a Bolsonaro fue en el G20 en Roma, de ahí me acerqué yo, y días antes yo le había pasado la presidencia Pro Témpore del Mercosur, era justo el viernes previo a la final de la Copa América. Bolsonaro recibió el traspaso de mando, yo no dije nada de fútbol porque la veía difícil, pero Bolsonaro me dijo estos son los goles que le vamos a hacer, vamos a ganar 5 a 1, y cuando llegó el encuentro en Roma, le dije que tal vengo a saludarlo porque pronostica mal el futbol, ganamos 1 a 0. Fue un saludo breve entonces. Hablamos de quién se iba a quedar con la copa de Qatar, y después si nos metimos en el tema del gas.
FP CP