Hugo Moyano, secretario general de Camioneros y presidente de Independiente, enfrenta un desafío interno en su gremio y en el Frente Sindical que lidera. El contendiente es el adjunto de Camioneros y vice del club de Avellaneda, su hijo Pablo Moyano.
En el entorno familiar aseguran que el tema no va más allá de las naturales diferencias generacionales y de carácter. Además, insisten en que se está lejos de una ruptura y marcan numerosos eventos que han compartido integrantes de la familia Moyano en los últimos días.
Nadie cuestiona, sin embargo, que existen diferencias sobre la estategia a seguir y el grado de dureza con el que hay que enfrentar al Gobierno. Esta nueva interna familiar se suma a otras disputas que atraviesan al principal clan sindical del país y que tienen a la figura de Pablo, el más impetuoso de los Moyano, como actor central.
Discrepancias. El primer roce surgió porque Hugo y Pablo encararon la negociación por un bono de fin de año con estrategias encontradas. El padre acordó con la Cámara de Camioneros un monto de palabra y al otro día fue desautorizado por su hijo, quien elevó la cifra del pedido hasta 14 mil pesos y amenazó con activar medidas. Eso muestra como secretario y adjunto de Camioneros vienen desde hace tiempo dejando traslucir fuertes diferencias en relación con la estrategia que debe seguir el polo de poder moyanista frente al Gobierno.
Pablo quiere ir por todo. Hugo, más curtido de viejas batallas, no quiere ser tachado de “golpista” y cree que el tiempo se encargará de llevarle su hora a Cambiemos.
Algunos hablan incluso de un gremio de Camioneros escindido en diversas ramas, donde padre e hijo se disputan el control. Sin embargo, desde su entorno remarcaron que esta semana compartieron el acto de reclamo a la firma Coca-Cola y los dos participaron de la inauguración de una filial del gremio en Esteban Echeverría, donde también coincidieron con el presidente del PJ bonaerense, el intendente Fernando Gray.
Peleas futboleras. Pablo también protagoniza un enfrentamiento, que incluyó declaraciones públicas, con su cuñado Claudio Chiqui Tapia, titular de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Lo cuestionó por fallos arbitrales contra Independiente y, según confirmaron fuentes al tanto de la situación, también por una serie de sanciones que recibió el club Camioneros, del que Pablo es presidente.
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A ello se suman las diferencias de estilo que siempre ha marcado Pablo con su hermano Facundo. Recientemente, el mismo Facundo fue el encargado de separarse de Pablo, al señalar que no tiene relación con el club Independiente y el gremio de Camioneros. Sin embargo, diversas fuentes del entorno insisten en que los dos hijos del líder gremial se entienden mejor que nunca.
Esta semana, Pablo participó de la fiesta de fin de año del Sindicato del Peaje (Sutpa), base de poder de su hermano Facundo, y los dos compartieron mesa en un evento de Aeronavegantes, el sindicato que dirige Juan Pablo Brey, casi un integrante de la familia Moyano que comanda también la Juventud Sindical.