El experto ecuatoriano Jaime Duran Barba se refirió a las formas en que los gobiernos afrontan la pandemia del coronavirus, elogiando la rapidez con la que actuó el gobierno argentino y la "actitud civilizada" de la oposición de Argentina y se refirió especialmente a Donald Trump y Jair Bolsonaro como "dos campeones mundiales del disparate". "Yo creo que con esta pandemia se desnudaron los líderes mesiánicos", afirmó.
"Los símbolos de es son el señor Trump y el capitán Bolsonaro, líderes mesiánicos que han hecho en ridículo siendo presidentes de países tan importantes. Estos líderes mesiánicos que creen que saben todo terminan e en el ridículo. Trump dijo ‘se acabó la pandemia, están bajando los muertos’ y al siguiente día se alcanzó un récord de muertos", afirmó Duran Barba, exasesor de Mauricio Macri, al ser entrevistado por Viviana Canosa en Canal 9.
Por contra, Duran Barba ponderó la rapidez con la que actuó el gobierno de Alberto Fernández para mitigar el efecto de Covid-19, pero cree que ello no hubiera sido exitoso sin el apoyo de la oposición: "Con una oposición salvaje, que hubiera estado tratrando de tumbar a Fernández, no se hubiera podido hacer nada".
"La Ciudad de Buenos Aires tiene menos de un tercio de la ciudad de Guayaquil en Ecuador, que tiene 2 millones de habitantes. Lo que tuvo Argentina es que es un país en que el gobierno de Fernández y también el de [Horacio] Rodríguez Larreta, que fue quien denunció la cosa en la última semana de febrero, reaccionaron muy temprano", elogió.
"Con esta enfermedad reaccionar más temprano o más tarde es absolutamente vital, porque cuando usted se demora, el virus ya se instala en la sociedad y después es imposible controlar la situación", analizó en la entrevista, en la que también criticó "la forma torpe en la que ha manejado Trump la cosa en EEUU va a llevar a la mortandad, porque cuando pasa el tiempo y usted deja que el virus se instale no hay forma de pararlo".
Duran Barba y el coronavirus: "El éxito de las medidas en Argentina ha sido descomunal"
Duran Barba analizó las palabras de "un famoso epidemiólogo americano decía en el New Yorker que el virus puede exterminar a toda la especie humana" y recordó que el SARS-Cov2 "es un virus que se reproduce de una manera muy extraña, se difunde a velocidades enormes, y más allá de la neumonía que es el mal más grave que causa generalmente, hay una serie de otras consecuencias que están estudiando especialmente en Inglaterra".
"En el caso de los niños, por ejemplo, si bien no les da neumonía, produce coágulos en la sangre. El virus todavía no se sabe siquiera qué hace ni cómo se difunde, es una cosa peligrosísima. El reaccionar temprano, aislando a la gente es lo único que se podía hacer para que la cosa pase", afirmó el experto.
Duran Barba cree que es "muy difícil" imaginar cómo hubiera actuado Mauricio Macri si la pandemia se hubiera desatado durante su gobierno. "Yo me preguntaría más otra cosa: qué habría hecho la oposición a Macri", afirmó, y recordó que desde el inicio del gobierno del PRO "empezaron furiosas manifestaciones en su contra, todos los días de su gobierno hubo gente en las calles con estos helicópteros anunciando que tumbarían al gobierno. Eso no fue democrático".
"Pienso que la actitud civilizada de la oposición ahora ayudó a que esa buena intención del presidente Fernández se consolide y se afronte la pandemia temprano", dijo Duran Barba. "No es solo cosa de qué hace el gobierno, sino qué hacen la oposición y la sociedad", analizó, y opinó que "con una oposición salvaje, que hubiera estado tratando de tumbar a Fernández, no se hubiera podido hacer nada" contra el coronavirus.
Síndrome de Hubris
"Yo he tratado con unas tres decenas de presidentes, y dos de ellos no tenían el síndrome de Hubris, los demás, todos", contó Duran Barba. "Es un principio de idolatría que empieza cuando usted es funcionario, cuando todos los adulan, la gente los aplaude, todos están felices, los militares presentan armas, adonde van tocan trompetas", dijo Y agregó: "Las reuniones internacional son una droga horrible, porque cuando se reúnen 20 presidentes de 20 países, ninguno sabe lo que pasa en los otros países, pero uno le dice a otro ‘que bien que gobierna, sos un presidente maravilloso’ eso termina enfermando a los presidentes, y casi todos terminan con este síndrome de Hubris, que ha sido estudiado científicamente".
DS
