POLITICA
Entrevista de Perfil

José Bordón defiende incorporación de Lavagna al PJ y dice que el economista no compitió contra Kirchner

El otrora candidato presidencial asegura que su ex socio político Chacho Alvarez y Elisa Carrió son muy parecidos.

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| Enrique M. Abbate

—Las comparaciones entre su historia, enfrentado la reelección de Menem, y la reciente elección de Cristina son enormes. Comencemos por las similitudes entre Ud. y Lavagna. Ud. es peronista, se fue del partido para poder ser candidato a presidente y con el Frepaso sacó 5 millones de votos. Luego volvió al peronismo y nadie se lo perdonó.

—Es diferente por los tiempos, las condiciones históricas y el carácter del debate integral que había, no solamente sobre los cómos, sino sobre la orientación global del proceso político. Roberto Lavagna fue un ministro que venía de antes y que Kirchner ratifica antes del propio proceso electoral, que no solamente sirve en aquel momento para la campaña, sino, para tener una transición mucho más serena. Las diferencias eran más profundas entre menemismo y País que entre Lavagna y Kirchner.

Nosotros alcanzamos a conformar un movimiento político propio con una mayoría de figuras justicialistas, lo cual no quiere decir que la mayoría de los que nos votaron, alrededor del 30%, fueran justicialistas.

Lo extraño era que una institución electoralmente tan débil y con tan poca experiencia como era el Frepaso pudiera dejar por primera vez en la historia política argentina a la Unión Cívica Radical en un tercer puesto. Yo creo que Menem no leyó bien la importancia del proceso que estaba por debajo, ni el por qué de tantos votos.

Lavagna no compitió contra el mismo presidente Kirchner, sino contra Cristina. Yo percibo que Kirchner ha leído que un gobierno tan exitoso, con una oposición tan fragmentada, no sacó la cantidad suficiente de votos, creo que ha sabido leer que los éxitos socio-económicos del gobierno, la recuperación de niveles de paz y de convivencia, de tranquilidad más allá de las dificultades que hay, más la memoria cercana de la catástrofe que vivimos podrían haber permitido una mayor cantidad de votos.

No es leer los votos de la oposición, sino los votos que no sacó el oficialismo. Y sabe leer que ha sido el justicialismo la base fundamental del triunfo y no la política de transversalidad. Además, no es que yo después de la elección decidí no volver: nunca me había ido, porque nosotros fuimos sacados por la falta de democracia interna.

Hubo, sí, una sensación de abandono, yo reconozco que fue quizás un punto de vista correcto desde la ética individual mía, la ética del compromiso, que son los valores, pero desde la ética de la responsabilidad, que es el resultado, me equivoqué, porque la gente pensó eso.

—Lavagna podría decir lo mismo.

—El justicialismo no estaba funcionando. La última vez que tuvo un candidato fue en el ’99, y después tuvo tres candidatos que tuvieron que ir con otro nombre, no hubo interna.

Hoy el justicialismo, que tiene más peso político en la Argentina, decide reorganizar el partido y Kirchner, como la principal figura política, lo invita a Lavagna a regresar a participar. Me parece que se va a organizar de nuevo el justicialismo que está existente en la memoria y en el afecto de mucha gente, en el sentido de pertenencia, pero no existe como partido desde 2001. Lavagna no se fue del peronismo, se fue del Frente para la Victoria.

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