El Tango 10 aterrizó en el aeropuerto de la turística ciudad de Puerto Iguazú el jueves a las 11:45. Del avión oficial bajó el vicepresidente y una comitiva de 14 personas, entre los que estaban su esposa Cristina, sus hijos Agustín (26), Virginia (24), María Eugenia (22) y los novios de las hijas. “No conocía Misiones, uno de mis hijos, sí”, dijo Cobos apenas puso el pie en la tierra colorada.
Con respecto a la pulseada con el empresariado agropecuario, Cobos sostuvo que el Gobierno está dispuesto al diálogo “pero sin condicionamientos ni presiones” y aclaró que el paro “no es el camino”.
A favor de los empresarios del sector turístico local, el vicepresidente minimizó los seis casos confirmados de fiebre amarilla que siguieron a la muerte del trabajador rural Lorenzo Rodríguez. “Nos hemos puesto la vacuna de la fiebre amarilla por responsabilidad. Yo también vengo de una provincia turística (Mendoza) y a veces, con alguna picardía, se comenta algo y esto lleva a los visitantes a buscar otros destinos”, explicó a los medios locales.