El ministro de Economía, Axel Kicillof, expresó su confianza en sumar un respaldo a las reestructuraciones de las deudas que pongan un límite a los fondos buitre en la declaración final del G20 tras llegar ayer a Brisbane, Australia, donde se darán cita los líderes mundiales que integran el foro de cooperación económica. Ante la recomendación médica que impidió la asistencia de la presidenta Cristina Kirchner, el funcionario quedó como la cabeza de la delegación argentina. Lo acompaña el canciller, Héctor Timerman.
“Hay muchos (países) que piensan que la solución puede estar en el Fondo Monetario Internacional, que puede estar en los cambios de los contratos, y la verdad es que nosotros festejamos, celebramos que se propongan diversas soluciones, pero lo que pasa es que nos parece insuficiente”, declaró en una conferencia de prensa e insistió en que la formación de una convención sobre el tema en las Naciones Unidas, aprobada en septiembre por iniciativa argentina, es la única vía para “resolver” el problema de los holdouts.
A pesar de las aspiraciones de Kicillof y la Presidenta, la inclusión del tema central para la economía argentina en este foro no será fácil. El anfitrión y la mayoría de los países desarrollados que integran el G20 sostienen que el lugar para tratar la cuestión es el FMI. Entre los países en desarrollo que ayudaron a la posición argentina en anteriores reuniones también se hizo referencia a ese organismo, y fuentes de uno de los aliados de nuestro país en el foro señalaron a PERFIL que la delegación argentina no había mostrado mucho empeño diplomático –pese a las declaraciones– en las reuniones preparatorias.
El ministro también destacó que “hay una fuerte desazón respecto a la economía global” en el G20 ante los problemas para superar la crisis de 2008. Su percepción contrasta con las declaraciones de varios líderes mundiales que arribaron ayer a Australia. De hecho, el objetivo de la reunión es impulsar un ambicioso plan que permita superar en 2% las expectativas de crecimiento con políticas de infraestructura y de igualdad de oportunidades para las mujeres, entre otros.
Las últimas previsiones de crecimiento mundial del FMI y la OCDE abonan la perspectiva de Kicillof, junto a los desalentadores datos que llegan desde la UE. Pero esos informes también habían mostrado una perspectiva sombría para la economía del país.
En tanto, la posición argentina contará con un defensor de la regulación de los procesos de reestructuración de deuda en un encuentro sindical paralelo a la cumbre de los jefes de Estado y Gobierno. El secretario general de la Uocra, Gerardo Martínez, también viajó a Australia para participar del encuentro denominado L20, donde buscará apoyos contra los buitres.