Mientras sigue registrando cifras récord de casos día a día, la provincia de Buenos Aires seguirá con el esquema actual de cuarentena, sin nuevas flexibilizaciones en el Conurbano y atenta a la posibilidad de que varios distritos del interior deban volver varias fases para atrás luego de un recrudecimiento de la pandemia en esos lugares. Incluso, no habilitarán las reuniones de hasta 10 personas en espacios públicos que el Presidente dio luz verde pero dejó a criterio de los gobernadores.
Axel Kicillof llegó ayer a la Quinta de Olivos con la decisión tomada de continuar por la misma senda. Sin margen para la apertura de nuevas actividades, pero también sabiendo que la opción de endurecer la cuarentena es de difícil acatamiento y que debe tomarse como una última opción, sobre todo en caso que el sistema sanitario de señales de estar colapsando. Por ahora, en Provincia, se muestran conformes, aunque alertas, por como viene respondiendo el sistema de salud en lo que, esperan, es el peor momento de la pandemia.
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A diferencia de Horacio Rodríguez Larreta, Kicillof no viene dando conferencias de prensa ante cada prórroga de la cuarentena. En su lugar, hablan a comienzos de semana el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y el ministro de Salud, Daniel Gollan. Esta vez, el esquema será igual, con los funcionarios aclarando el lunes qué pasa en el interior provincial. Hasta ahora, la Provincia viene trabajando con el AMBA en fase 3 y el interior dividido en fase 4 y 5. Pasado mañana se especificará en que fase queda cada uno de esos 100 municipios que no conforman el AMBA, siempre atendiendo al resultado epidemiológico.
Así, por ejemplo, ya el intendente de General Pueyerredón (Mar del Plata), Guillermo Montenegro, determinó que a partir de hoy y por diez días el municipio que estaba en fase 4 volverá a 3. También preocupan, por ejemplo, Bragado y Pergamino.