A cuatro años del último acto encabezado por el expresidente Néstor Kirchner en el Luna Park, La Cámpora y Unidos y Organizados buscaron reavivar la épica y reforzar cierta mística perdida ante una coyuntura política-económica adversa con Máximo Kirchner como principal orador en un multitudinario evento político en el estadio de Argentinos Juniors.
Casi 50 mil militantes provenientes de diferentes puntos del país coparon, desde temprano, el barrio de La Paternal. La organización K, liderada por el diputado Andrés Cuervo Larroque y el propio Máximo Kirchner, aportó la amplia mayoría de los asistentes y se erigió como el motor de la movilización.
Con banderas de palo identificando su unidad básica y localidad o llevando un amplio telón con el rostro de Cristina, los militantes vistieron camisetas con la consigna "El cambio es irreversible" y llenaron cada bache de los oradores con efusivos cánticos: "
Nadie se la perdió. En la presentación pública de un factible candidato político como Máximo Kirchner dieron el presente sus millonarios amigos de La Cámpora como Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas; Wado De Pedro, diputado nacional del Frente para la Victoria; Juan Cabandié, diputado nacional del oficialismo; José Ottavis, secretario General de la Juventud Peronista y la diputada Mayra Mendoza. La segunda línea que se subió al escenario central en el Diego Maradona estuvo encabezada por el dirigente barrial Alejandro "Pitu" Salvatierra y por otros referentes de base.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, volvió a sentirse un rockstar al ser uno de los más requeridos por los militantes para sacarse fotos. Desde abajo, se sorprendieron con el discurso de Kirchner hijo figuras de peso en el andamiaje kirchnerista como el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el titular de la AFSCA, Martín Sabatella; el vicegobernador de la Provincia, Gabriel Mariotto; el presidente de la cámara de Diputados Julián Domínguez, el secretario de Comercio, Augusto Costa; el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; el diputado oficialista Edgardo Depetri y el dirigente social Luis D´Elía.
Faltazos. Las sillas vacías con aviso previo fueron las del gobernador provincial, Daniel Scioli, y del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. El antiguo vice de Néstor Kirchner, que mantiene una tensa relación con el cristinismo puro, envió un tuit: "Saludo a los jóvenes q participaron de #Irreversible. La política y la militancia son la herramienta para la transformación y el desarrollo".
Mimo a Tití. Quizás luego del discurso de Máximo Kirchner, la principal sorpresa fue la presencia del periodista deportivo Tití Fernández que asistió al acto junto a su esposa y a los compañeros de militancia de su hija, fallecida en un accidente automovilístico en Brasil. A cada paso que dio, el periodista recibió un saludo y un gesto de apoyo.
Cotillón anti-buitre. Los militantes apelaron al folclore futbolero para tomarse a la ligera la disputa con los holdouts. Muchos de los camporistas enarbolaron banderas alusivas al símbolo prohibido buitres, máscaras de buitres, del juez Thomas Griesa y entonaron cánticos contra los fondos carroñeros.
