En los últimos días no pudo conciliar el sueño. La denuncia por los aportantes “truchos” y el paso al costado de su nuevo cargo de contadora de la provincia de Buenos Aires, que duró apenas cuatro días, dejaron a María Fernanda Inza en el centro de la discusión política por haber sido la tesorera del PRO bonaerense en la elección de 2017.
Quienes hablaron con la ahora ex funcionaria en las últimas horas afirman que, tras dos días convulsionados, volvió a su buen humor y el desenfado que la llevaron a trabajar muy cerca de la gobernadora. Por lo pronto, Alejandro Pérez Chada, el abogado del Presidente, la defenderá. Todo un símbolo.
Cómo saber si figurás como aportante privado de un partido político
Aunque el tema ya había cobrado notoriedad desde hace, al menos, diez días, el miércoles pasado por la mañana la gobernadora María Eugenia Vidal le adelantó que había decidido echarla bajo la idea de descomprimir la avanzada mediática, y también penal con tres causas en trámite, sobre el financiamiento de la campaña. Federico Salvai, jefe de Gabinete bonaerense, y quien tuvo a su cargo el armado político de la campaña, no estaba convencido de dejarla ir. Hubo lágrimas esa mañana. A la gobernadora tampoco le hizo gracia tener que tomar esa decisión. Por eso habló, a la tarde en conferencia de prensa, de una persona en la que “confiaba”. Es que Inza había generado un vínculo muy cercano a la gobernadora: desde noviembre de 2016 reemplazó a Julio Conte Grand (hoy procurador bonaerense) al frente de la Secretaría Legal y Técnica, el cargo que cuida la firma de Vidal. A pesar de ser contadora, sus años en la Ciudad como segunda de Pablo Clusellas (Legal y Técnico del presidente Mauricio Macri) le habían dado el know how de los engranajes de la burocracia estatal. Y en territorio bonaerense ya había sido interventora del partido cuando el intendente de Vicente López, Jorge Macri, generó un revuelo interno, y era reconocida dentro del partido.
Cuando Macri asumió la presidencia, fue a trabajar con Clusellas a la planta baja de la Rosada. Ocupó el cargo de Carlos Liuzzi, el segundo de Carlos Zannini, y tuvo que realizar múltiples denuncias penales por irregularidades de parte de su antecesor. El propio Clusellas sacó del camino hasta los funcionarios de carrera del área.
Ya en la Provincia, monitoreó el trabajo de medio gabinete a pedido de Vidal. Y su relación se volvió más estrecha: se confiaban temas personales. Intentó ser “celestina” alguna vez, cuentan en La Plata.
Ahora también aparecen aportantes truchos en la campaña de Macri 2015
Cuando llegó la hora de armar el equipo de campaña, fue nombrada tesorera del PRO bonaerense, ya normalizado, y encargada de los balances partidarios. Por ello, Inza no llegó a firmar los listados de aportantes truchos ante la Justicia Electoral, pero sí firmó el balance del partido.
A pesar de ser Legal y Técnica, a comienzos de enero la pésima implementación del sistema Sigaf, el sistema informático para modernizar la gestión de sueldos, contrataciones y licitaciones, obligó a demorar la gestión. El embudo de expedientes en la Contaduría obligó a echar a Gastón Messineo y nombrar a Inza en ese cargo. Es decir, iba a tener doble función. ¿Hizo bien Vidal en nombrarla a pesar de que el escándalo ya se había desatado?
