POLITICA

La "conversión" de Víctor Hugo Morales

Sirvén, Majul y Fernández Díaz presentaron Converso, el libro que cuenta cómo fue su “brutal transformación”.

Jorge Fernández Díaz, Pablo Sirvén y Luis Majul presentaron Converso, la biografía no autorizada de Victor Hugo Morales.
| Editorial Planeta - Tomas Gorostiaga

Un millonario que habla de pobreza; que critica las corporaciones pero está contratado por el multinacional Grupo Prisa; que le alcanzó con un llamado presidencial para convertir sus denuncias en devoción; que critica a un diario del que cobra para distribuir su ganancia de forma irregular. Esa es, para Pablo Sirvén, la historia de Víctor Hugo Morales, documentada en Converso, la biografía no autorizada que presentó junto a los periodistas Luis Majul y Jorge Fernández Díaz en la Feria del Libro. "Le servirá a los historiadores del futuro, para saber cómo el kirchnerismo cooptaba periodistas", lanzaron. 

El escritor y secretario de redacción del diario La Nación, Jorge Fernández Díaz, fue el encargado de abrir la jornada: “Se trata del sistema de comunicación del Gobierno, que es efectivo, hay que decirlo, donde Víctor Hugo Morales es un as de espadas, es la estrella”.

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“Hay algo que hace Víctor Hugo que me duele profundamente: cada vez que un diario hace una denuncia, esa misma mañana él saca al aire al funcionario en cuestión. Lo deja hablar sin interrupciones para que desmienta la información, y todo concluye en cómo mienten los medios hegemónicos”, indicó.

El escritor se ganó la ovación del auditorio tras ironizar sobre el rol de Morales durante esas entrevistas: “Hola, señor Jack el Destripador, ¿leyó la denuncia que hace el Times esta mañana? ¿Qué tiene para decirle? ¡Ah! ¡Con que es falsa! ¡Una mentira más! Buenísimo, quedó todo aclarado, siga con su faena”.

El segundo en tomar el micrófono fue el director de Margen Izquierdo, Luis Majul, que ni bien llegó a la sala ofició de anfitrión y se levantó a saludar al equipo de Duro de Domar: “Les agradezco a todos los medios que vinieron. Están todos. Quiero que sepan que yo lo invité a Víctor Hugo”, contó. “Todavía está a tiempo de venir”, irrumpió Pablo Sirvén.

“Yo no estoy enojado con Víctor Hugo. Siento pena por él. Siento que está cada vez más desequilibrado emocionalmente. De otra forma no se explica por qué a los argumentos de Sirvén, le responden con insultos”, continuó. “El más fresquito es ‘Lombriz de Magnetto’, me lo dijo hoy”, acotó Sirvén.

El autor de Converso arrancó con una aclaración: “Este trabajo no me lo pidió el diario La Nación, no me lo encargó la embajada de Estados Unidos, no me lo encargó el mentado señor Magnetto, tampoco me lo pidió el Papa Francisco. Me lo pidió Luis Majul, me llamó por teléfono y me dijo: ‘tengo la idea del mejor libro de tu vida’”.

Sirvén, autor de Perón y los Medios de Comunicación y Quién te ha visto y quién TV, contó que Converso “no es una biografía convencional porque no es cronológica. El eje es el personaje y las conversiones. Porque la del llamado de Néstor Kirchner no fue la única. La otra fue con la dictadura de su país, que si bien no fue un colaboracionista, tenía un pie en los dos lados”.

Entre los datos fuertes, el autor contó que Converso detalla cómo son los ingresos de Victor Hugo, “él mismo, de manera involuntaria, hizo público que su patrimonio supera los 10 millones de dólares. Se despacha con fuertes críticas sobre La Nación pero cobra un sueldo que luego reparte de manera irregular”. Además, cuenta “cómo son sus relaciones contractuales: desde 1987 está contratado por el Grupo Prisa que es muchísimo más grande que Clarín”.

El llamado de la conversión. Los tres oradores hicieron referencia al llamado en el que Néstor Kirchner le explicó a Víctor Hugo Morales por qué había comprado dos millones de dolares apenas una semana antes de que se disparara el precio de las divisas, lo que fue interpetado como una "jugada especulativa" y compone una acción ilícita como funcionario público.

“¿Qué le pasó a Víctor Hugo que decía que los de 678 eran unos alcahuetes y a los cinco minutos se convirtieron en sus amigos más fieles? ¿Qué le pasó al mismo tipo que decía que Kirchner era un compendio de corrupción y un patero? Días después pasó a ser un mezcla de San Martín y el Che Guevara”, se preguntó Majul: “¿Cómo fue que con un simple llamado, Kirchner lo convenció de que no había comprado dólares como una jugada especulativa?”.

Fernández Díaz se encendió y explicó que “Víctor Hugo jamás trabajó en una redacción de forma activa. Nunca tuvo que contrastar datos sensibles o trabajar con fuentes secretas. Porque cualquiera que lo hizo sabe que uno no puede creerle de primera mano a un funcionario, como le pasó con Kirchner”.

Majul contó que “cuando Néstor Kirchner llamó a Víctor Hugo le dijo que era uno de los pocos periodistas que respetaba, que era muy poco reconocido en nuestra sociedad. Igual que a José Pablo Feinmnan le mandó a decir que era “El Sartre argentino’”.

“Ese impacto fue brutal. Se acabó un Víctor Hugo y empezó otro. Antes de tocarle el bolsillo le tocaron su lado más débil, su vanidad. Porque después empiezan las charlas por la ley de medios y los programas en radio y televisión”, completó.

En la exposición, que se extendió por más de una hora, Fernández Díaz sintetizó: “No hay que olvidarse que Víctor Hugo es el kirchnerismo: es millonario y habla de pobreza; malcomprende a los periodistas; tiene delirios de grandeza aunque su performance es baja ya que el rating no lo acompaña. Y lo más importante, se inventa un pasado, como todos los funcionarios del kirchnerismo”.