“Está bien el per saltum. En una semana vamos a saber si los jueces de la Corte son de la Constitución Nacional o de Clarín”, disparó uno de los abogados de Cristina Kirchner, Gregorio Dalbón.
Lo anticipó PERFIL en la previa a la decisión del máximo tribunal de abrir el per saltum para Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli: el kirchnerismo lanzó la remake de la batalla con Clarín, que dominó la escena pública entre 2008 y 2015 -y acaso nunca haya terminado-.
Circulan memes, muchos de ellos viralizados por militantes afines al kirchnerismo, que ironizan acerca de la relación del presidente de la Corte, Carlos Ronsenkrantz, con el Grupo de medios, con el que en el pasado lo unió una relación laboral como parte de su trabajo de abogado.
Pero la declaración de Dalbón no está aislada de lo que agitan los dirigentes cercanos a la vicepresidenta. El diputado Leopoldo Moreau advirtió en la misma línea: “Hoy se cumplió la amenaza”, dijo. Y puso detrás de la supuesta presión a la Corte a Clarín, La Nación y dirigentes de Cambiemos.
Hoy se cumpliò la amenaza de Joaquin Morales Sola q en su columna del domingo pasado le advirtiò a los jueces de la Corte q iban a ser escrachados sino fallan como les exigen Clarin, La Nacion y un grupo de violentos de Cambiemos que se vienen manifestando en los ultimos tiempos
— Leopoldo Moreau (@MoreauLeopoldo) September 28, 2020
Sin embargo, la politización del caso de los tres jueces no es potestad del kirchnerismo. La oposición lo configuró como una suerte de “leading case”: relacionó el futuro de los jueces con una cuestión de vida o muerte para las instituciones.
“¡Ay, la República está muy feliz!”, escribió Elisa Carrió. Mario Negri se manifestó en igual sentido: “¡Al fin un tiro para el lado de la Justicia! La Corte Suprema resolvió por unanimidad que hay gravedad y urgencia institucional y aceptó tratar el planteo de los jueces removidos a instancia del Gobierno nacional”.
Lo mismo hizo la presidenta del PRO, Patricia Bullrich.
Los jueces Bertuzzi, Bruglia y Castelli seguirán al frente de las causas que tramitan hasta tanto la Corte Suprema defina su destino. Quiero destacar a los argentinos que, pacíficamente, han defendido la institucionalidad, levantando sus banderas. Conmueve esta Argentina valiente
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) September 29, 2020
Bullrich, también, elogió la manifestación pacífica alrededor de Tribunales. Ella y otros dirigentes de JxC promovieron banderazos el 9 de julio, dos veces en agosto y en septiembre contra el Gobierno al que por supuesto se sumaron sectores de diverso origen y con consignas múltiples.
Esas marchas también fueron aplaudidas por el expresidente Mauricio Macri y condenadas por su sucesor, Alberto Fernández.
Con el tema judicial, los dirigentes de Juntos por el Cambio fueron más allá de los nombres desde el principio. Para ellos, estos jueces sufrieron la ira de Cristina porque confirmaron un procesamiento (el caso de Bruglia y Bertuzzi) o porque iban a juzgarla (el caso de Castelli).
Pero lo cierto es que más allá del ruido que genera la apresurada necesidad de revocar en este momento lo que Mauricio Macri también había hecho por decreto y que quien lidera el bloque político que lo hizo desde el Senado es parte “involucrada”, las decisiones de Bruglia y Bertuzzi no quedaban sujetas a revisión. El caso de Castelli es más discutible.
No se sabe cómo actuará la Corte. Pero si los traslados que hizo Macri por decreto (y que antes había hecho Cristina también) son avalados por la Corte en una semana, dejará un mal precedente. “¿Qué van a decir cuando a Alberto, entonces, se le ocurra empezar a cubrir vacantes con traslados?”, se preguntó un prestigioso abogado, que suele asesorar al presidente.