POLITICA

La denuncia de espionaje que distanció a Cristina de Carlos Soria

En 2002 la ex senadora acusó al mandatario electo de Río Negro, quien dirigía la SIDE de Duhalde, de espiar a Néstor Kirchner. Cómo Aníbal F. la criticó. Fotos.

Cristina y Néstor Kirchner en un acto y el ex titular de la SIDE Carlos Soria, ahora gobernador electo de Río Negro. CFK lo acusó de espiarlos cuando Néstor ya se perfilaba como candidato a presidente
| Cedoc

"La senadora peronista disidente aseguró que una carpeta de la SIDE contiene instrucciones para hacer seguimientos de Néstor Kirchner a fin de detectar hábitos, comitivas, entorno, infraestructura y posibles puntos débiles", informó Página 12 el 18 de julio de 2002. El texto lo firmaba Martín Granovsky, quien luego sería una espada K en la dirección de la agencia Télam.

El diario ultraK, entonces crítico del gobierno de Duhalde tras las muertes de Kosteki y Santillán, revelaba el documento instructivo que, para la otrora senador nacional, fue ordenado por el entonces jefe de la SIDE y hoy gobernador electo de Río Negro, Carlos "Gringo" Soria, para espiar al entonces gobernador de Santa Cruz.

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Cristina acudió con su carpeta al programa "La Cornisa", de Luis Majul, y aseguró que un alto prelado de la Iglesia católica también le había advertido que cualquier cosa podría pasar en la campaña electoral, "incluso un magnicidio", apuntó el diario de Horacio Verbitsky. Para entonces, Néstor Kirchner ya era aspirante a la Rosada.

“Alguien quiere que en lugar de discutir valores sociales toda la Argentina se ponga a discutir de seguridad, y no hay por qué regalarle el valor de orden a la derecha”, dijo Cristina Kirchner a Página 12. “Cuando uno mira el instructivo de la SIDE se da cuenta de que todos estamos en libertadcondicional”, agregó.

El informe. Según el libro de investigación La SIDE, del periodista Gerardo Young, aquel informe de 2002 señalaba que "Kirchner era un tipo extraño, que en Santa Cruz se mostraba conservador y pragmático, pero hacia afuera irradiaba una imagen progresista y combativa. En algo coincidían todos: Kirchner era desconfiado, Kirchner se movía en círculos pequeños, Kirchner no delegaba fácilmente".

Anibalada pre-histórica. Cristina afirmó entonces que las instrucciones partieron de Soria y mencionó a Gustavo Mango, director de Reunión, Marcelo Pérez, delegado de la SIDE en Santa Cruz y Néstor “el Perro” Fragale. El gobierno duhaldista negó los hecho. Le tocó hacerlo, como lo fue siempre en el gobierno K, a Aníbal Fernández, entonces secretario general de la Presidencia de Duhalde.

Página 12 señaló aquel día que Aníbal F. pidió “diez minutos, un papel A4, una buena impresora y hago uno más lindo”. Fernández dijo que le suena “raro”, que eso “no pasa en ningún país del mundo”. Según el secretario, “es el típico concepto del barrio, del que manda a seguir a un tipo y lo pasa: no me van a decir a mí que le van a dar un instructivo por escrito para hacer una cosa de esas características cuando en este país la ley de Inteligencia claramente lo impide”.

"Mala onda". Ese pedido de la SIDE enemistó al matrimonio Kirchner con Soria hasta la asunción del patagónico en mayo de 2003. El fallecido ex presidente reemplazó a Soria por un hombre de confianza, Sergio Acevedo, su sucesor en la gobernación santacruceña. En ese momento la relación Kirchner-Soria se recompuso parcialmente.

Es que según reveló Alfredo Leuco el 17 de octubre de 2010 en su columna del diario PERFIL "Sergio Acevedo recibió el expediente completo de los Kirchner como una muestra de subordinación a la nueva conducción. De todos modos, las copias de esos trabajos ultrasensibles fueron prolijamente sacadas del organismo y siguen en manos de ex funcionarios que las guardan celosamente como una forma de amenaza o de autodefensa por si se meten con ellos".

Inteligencia bajo sospecha. El gobernador electo de Río Negro fue nombrado a cargo de los servicios de inteligencia por sus contactos con la CIA, el Mossad y agencia alemana. De hecho, en abril 2002 la oposición lo acusó de querer armar una nueva "servilleta", como la que había confeccionado el ministro del Interior menemista, Carlos Corach, "para tener jueces federales y de la Corte que persigan a enemigos del Gobierno".

En enero de ese año, un juez federal le reveló a la revista NOTICIAS que el entonces jefe de la SIDE lo había llamado en enero "para sugerirle" que detuviera al ex ministro de Economía Domingo Cavallo en la causa en la que se lo investigaba por "contrabando agravado".