El escándalo le costó el cargo a Uberti. El gobierno de Néstor Kirchner le echó la culpa de haber subido a Antonini al avión contratado por la estatal Enarsa. Pero Victoria corrió otra suerte. Después de recalar durante un tiempo en la Subsecretaría de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación, se reubicó en otra área del Estado que nunca fue oficializada. Desde entonces se mantuvo fuera del alcance de los medios. Su rostro apareció por única vez en los diarios cuando declaró ante la Justicia argentina por el Valijagate.
Pero Perfil la encontró el miércoles a la noche en Belgrano R, donde la dueña de los secretos de la valija cursa el seminario “Grandes filósofos de la política”, para seguir profundizando sus conocimientos sobre un mundo que, evidentemente, le apasiona.
Sus clases empezaron el 13 de agosto en la Universidad Torcuato Di Tella y terminarán el 19 de noviembre. El programa incluye la revisión de filósofos como Platón, Montesquieu, Maquiavelo y Marx. El plantel docente es de renombre e incluye figuras de la UBA, del Conicet, de la propia Di Tella y del exterior. Todos los miércoles, de 19.30 a 21.30, Victoria llega puntual al auditorio que está en el primer piso del edificio. La última clase que escuchó estuvo a cargo de un profesor de la Di Tella, Ezequiel Gallo, quien la hizo reflexionar sobre la obra de Edmund Burke.
La nota completa en la edición de hoy del Diario Perfil