La historia de la clínica ilegal boliviana en la que nació el hijo de Schoklender
Según la partida, fue en un local donde se practicaban abortos clandestinos y se habrían vendido bebés. Hoy está clausurado. La "sorpresa" tras la revelación. Fotos.
La inscripción de nacimiento que halló Perfil.com en Bolivia señala que el 16 de julio de 1999 el "hijo biólogico" de Schoklender nació en la Clínica San Silvestre de Santa Cruz de la Sierra.
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Además de esos datos documentados, un policía del barrio San Silvestre, donde se situaba la clínica, aseguró a este portal que se trataba de un pequeño centro clandestino, del tamaño de una casa familiar, donde mujeres con pocos recursos practicaban abortos ilegales.
El agente de seguridad tambien reveló que en casos de embarazos avanzados, mujeres con necesidades económicas habrían llegado a vender a sus bebés en el mercado negro.
Según precisó a Perfil.com el Defensor del Pueblo de Santa Cruz de la Sierra, Rolando Villena, en Bolivia los niños se venden en el mercado negro desde 20 bolivianos (14 pesos argentinos), aunque el principal centro de "comercio" de seres humanos no es Santa Cruz, sino la ciudad de Potosí.
Villena, quien investiga a redes de trata de personas en el país vecino, estimó que actualmente hay 15.000 menores que salen de Bolivia en "situaciones turbias".
Pasado oculto. Este portal intentó localizar el lugar preciso donde funcionó este establecimiento con la referencia que había indicado el efectivo policial. Muchos vecinos dijeron desconocer la existencia de la clínica y otros, quizás conocedores de sus prácticas ilegales, mintieron o intentaron ocultar la dirección del lugar.
Un grupo de vecinos, incluso, persiguió al periodista hasta que se marchó del barrio San Silvestre.
Con toda la documentación bajo el brazo, Perfil.com visitó a la mujer que certificó ese nacimiento. Mercado dijo que "no recordaba el caso" dado que en ese momento "inscribía a unos 30 niños por día".
No obstante, reconoció que era "anormal" y "extraño" que el mismo médico del parto figurara como testigo, que su matrícula fuera apócrifa y que su cédula de identidad correspondiera a un niño de 6 años.
La funcionaria del Registro Civil aportó un dato clave: recién en 2000 el gobierno boliviano comenzó a revisar con rigor las partidas de nacimiento, apenas seis meses después del este sospechoso nacimiento que investiga la Justicia boliviana.
