Unas cien personas trabajaron en las últimas horas en la quinta de San Vicente, ultimando los preparativos para el acto que se realizará hoy con motivo del traslado de los restos del ex presidente Juan Domingo Perón.
El encargado de adecuar las instalaciones para el evento, Jorge Pirota, explicó que unas cuatrocientas personas en total estuvieron involucradas en toda la organización.
Se levantó un escenario adornado con la bandera argentina y fotos de Perón y Evita, desde donde los oradores se dirigirán a los concurrentes. El féretro de Perón será ingresado con una cureña, que se ubicará delante del escenario, y se mantendrá allí durante los discursos.
Luego el cuerpo será trasladado al mausoleo, y allí se lo ubicará en el salón especialmente acondicionado para su exhibición a cajón cerrado. Los alrededores de la quinta se encuentran plagados de pancartas alusivas, identificando a diversas agrupaciones gremiales.
Pirota relató que el proyecto del mausoleo nació en 2002 bajo la presidencia de Eduardo Duhalde, y se esperaba realizar el traslado del cuerpo el 17 de octubre del año pasado, al cumplirse los 60 años de esa fecha histórica, pero los retrasos en las obras lo impidieron.
Añadió que el objetivo es que los restos de Perón descansen en el mausoleo junto a los de Evita, pero la familia de ella se ha negado, por lo que por el momento permanecerá en el cementerio de la Recoleta.
Características. El enorme panteón, de unos 400 metros cuadrados, alberga un cubículo de vidrio blindado donde quedará depositado el féretro, enmarcado por detrás por un añejo eucaliptus que puede verse desde el interior por una ventana posterior.
El lugar fue construido en un predio de 9.000 metros cuadrados de árboles añosos que Perón compró junto a Eva Duarte en 1946 poco después de contraer matrimonio.
Una austera casa de piedra y tejas, una piscina y una torre de agua completan la residencia, que fue adquirida por el gobierno de la provincia de Buenos Aires y convertida en museo años atrás.
En los salones del chalet principal pueden verse condecoraciones y regalos que Perón y Eva recibieron en vida, así como objetos personales y fotografías que testimonian los principales momentos de los diez años que marcaron a fuego la historia del país.
En el extremo opuesto del predio se levanta el panteón, al que se accede por una escalinata de grandes dimensiones en cuyos peldaños están grabados los distintos escudos de las provincias del país enmarcados en un jardín de rosas.
"Mi único heredero es el pueblo" es la única frase de Perón que puede leerse grabada en uno de los muros contiguos al panteón. El acceso al lugar está diseñado como un recorrido por la vida de Perón y Eva Duarte con las fechas de los momentos fundamentales de su historia grabadas en las paredes que conducen a la cripta.
Con abundantes símbolos de la liturgia peronista, la única imagen de Perón y Eva reproducida en el trayecto es la que recuerda una de las últimas apariciones públicas de Evita cuando ya enferma de cáncer habla desde el balcón de la Casa de Gobierno junto a su marido el 17 de octubre de 1951.
Debajo de la imagen de Eva llorando sobre el hombro de Perón, comienza un curso de agua que acompaña al visitante hasta el lugar donde está depositado el féretro del ex presidente.
Construida en hormigón pigmentado con los colores de la tierra, la obra es de diseño moderno y austero, con líneas simples y geométricas en una construcción en la que abundan los espacios vidriados y las vistas del bosque que rodea el panteón. Finalizado apenas el mes pasado, el proyecto demandó tres años de trabajo y unos 4,3 millones de pesos (1,2 millones de dólares) que fueron aportados por donaciones, según la dirección del museo.