Guido Giana no cumplió 34 años aún. Se dedicó a la actividad privada hasta que, en 2014, luego de haber sido víctima de un violento robo a mano armada donde pensó que perdía la vida, se metió a hacer política por primera vez. Incursionó en el PRO pero un distrito históricamente esquivo al partido “amarillo”: la tercera sección electoral, la pieza clave del poder del kirchnerismo y el voto más duro a Cristina Kirchner.
Giana es concejal local del PRO y fue la cara visible de la toma de Guernica: es propietario de un campo que estaba pegado al epicentro de la toma, donde vive con su mujer y sus dos pequeños hijos. Hoy respira aliviado. Durante tres meses convivió con una hilera de policías que custodiaban su domicilio y el de otros vecinos afectados por la gigantesca toma.
“Se terminó una pesadilla de 95 días tanto para los vecinos de Presidente Perón, en general, como para mi familia y para mí en particular”, le expresa a PERFIL.
El lugar luce distinto: no hay más ocupas y las fuerzas de seguridad armaron un cerco perimetral para evitar nuevas tomas. “El día del desalojo fue un gran día y triunfó el estado de derecho y la propiedad privada”, agrega el concejal del PRO. En estos días recorrió varias veces el predio de la toma (ver video).
Aún espera el llamado de la intendenta de Presidente Perón, Blanca Cantero. Giana no lo asegura pero en el partido hay quienes aseguran que Cantero estuvo al tanto de todo desde el primer día.
La historia
Giana es un caso particular para el PRO: no es un aliado sino que se sumó directamente al partido. Desde Guernica comenzó a militar aunque no fue nada sencillo. A semanas de la elección de octubre de 2017, donde encabezaba la boleta a concejales, lo secuestraron durante cinco horas. Tras la denuncia en la Justicia nunca estuvo claro quiénes fueron: estaban encapuchados y solo quisieron asustarlo, según recuerda.
Dos años después fue candidato a intendente de María Eugenia Vidal por Juntos por el Cambio. Con ella pudo compartir timbreos y, aunque perdió, conservó buenos vínculos con el peronismo local, hegemónico en la tercera sección.
En términos políticos pertenece al ala moderada: siempre fue dialoguista, cree que la oposición tiene que ampliarse a otros sectores, como el peronismo, para poder ganar, y hasta cultivó una relación cercana con Sebastián García de Luca, el ex viceministro político del Interior y hoy diputado nacional. Sin embargo, se considera "vidalista", aunque tiene sus matices con un sector de diputados provinciales de su generación que fueron candidatos en 2019 con escasas batallas políticas en su haber.
Entre 2015 y 2019, además, fue gerente en PAMI y a comienzos de este año trabajó cinco meses en el ministerio de Desarrollo Económico que encabeza el radical José Luis Giusti.
Hoy se lo escucha aliviado. “Todos tenemos que repudiar a estos tipos que nos quisieron marcar la cancha, que nos quisieron manejar la agenda y que tenían su propio interés, no les interesaba negociar ni escuchar al Estado”, dice. “(Los que organizaron la toma) No tenían una necesidad puntual: hacen uso y abuso de las personas que tenían una necesidad”, agrega. “Ahora estoy contento. El éxito del operativo fue rotundo: un despliegue que nunca antes vi. Después queda la imagen de los violentos que tiraron piedras y quisieron herir a los policías. Pero fue un operativo impresionante, con muchísimo profesionalismo por parte de la Bonaerense” completa.
En estos meses le escribió medio PRO: desde Vidal (quien en varias oportunidades se iba actualizando de lo que ocurría con la toma) y su mano derecha, Federico Salvai, pasando por el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo (quien había estado en la toma con Giana 10 días antes del desalojo con parte de la bancada que preside), diputados provinciales (los vidalistas Adrián Urreli, referente de la tercera, y Alex Campbell, por caso) y nacionales y hasta policías de la Bonaerense que tuvieron que custodiar el predio para que no haya mayores consecuencias durante tres meses.
Incluso, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, se comunicó con Giana para solidarizarse. La fatídica situación lo llevó hasta la mesa de Mirtha Legrand, con Juanita Viale en la conducción. Algo que siquiera había soñado.
ES/MC