La inflación vuelve a estar en el centro de la escena política. Pero ya no es sólo por las cuestionadas cifras del Indec, sino por la interpretación que el ministro de Economía ensayó esta semana.
"Afecta sólo a la clase media y alta", había dicho Amado Boudou para relativizar el indisimulable aumento de precios. “Literalmente no coincido con eso, normalmente es al revés”, retrucó Aníbal F. y desató una interna que zarandea al gobierno nacional. La fisura trascendió fronteras y se desplazó hasta Seúl, en donde el ministro de Economía compartía la cumbre del G-20 con la Presidenta.
Esta mañana, los matutinos Clarín y La Nación informaron que la reacción pública del jefe de Gabinete había causado el enojo de Boudou, quien en Seúl preguntó si la réplica del habitual vocero del Gobierno había sido una orden de Cristina Kirchner. La respuesta fue negativa y entre los miembros de la comitiva presidencial señalaron que no entienden por qué Aníbal F. se "cortó solo".
Esta mañana Aníbal Fernández salió al cruce de ambos diarios. "Las operaciones de Clarín y La Nación han adquirido rango de desvergonzadas, poniendo sus cañones de 155 mm apuntando al Gabinete Nacional", escribió en Twitter . "El teórico enfrentamiento con mi amigo Amado, es la comidilla de las chusmas puestas a escribir. 'Que se arranquen los pelos' estarán diciendo", completó.
En su cuenta de Twitter recalcó que "Amado no dijo lo que dicen que dijo ni yo salí a desacreditarlo. Dos análisis distintos, dos situaciones distintas, ergo, dos respuestas distintas". No obstante, uno de los miembros de la comitiva que viajó a Corea del Sur, contó a La Nación que "esas declaraciones (las del día jueves) cayeron muy mal. No se explica por qué las hizo. No fue por orden de la Presidenta".
El jefe de la cartera de Hacienda buscó saber si esa reacción había sido digitada por la primera mandataria pero en el Gobierno negaron que haya sido así. En sus críticas internas, que hasta ahora no se ventilaban, los funcionarios le reprochan a Boudou sus torpezas ante los medios que lo envuelven en escándalos evitables, como cuando comparó a dos periodistas con los que limpiaban las cámaras de gas en la Alemania nazi.
"La pretensión de varios de componer una gresca entre el JGM, Boudou, De Vido y Randazzo sólo cabe en sus cabezotas afiebradas", respondió Fernández ante las versiones de las internas.
