La izquierda argentina hizo ayer su mejor elección desde el retorno de la democracia en 1983, ya que alcanzaba, con 70 por ciento de las mesas escrutadas, 2,26 por ciento de los votos a nivel nacional con su candidato Jorge Altamira y relegó al último lugar a la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
En la elección primaria del 14 de agosto, el Frente de Izquierda logró 2,48 por ciento (512.403 votos), aunque en la ocasión esperaban superar los 700 mil, según declaró Altamira, quien calificó de "histórica y extraordinaria" la elección y hasta se aventuró a pronosticar que podrían colocar uno o dos diputados en el Congreso.
Tras destacar que había superado a Carrió, el dirigente trotskista analizó que la izquierda "ahora, se coloca como una alternativa al kirchnerismo desde la oposición", expresó a DyN.
La decisión de conformar una alianza entre el Partido Obrero, la Izquierda Socialista y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) sirvió para que este sector político logrará más votos que en las últimas elecciones.
En el retorno a la democracia, durante el acto electoral de 1983 la izquierda se presentó separada y consiguió 0,30 por ciento de los votos. Por su parte, en las presidenciales de 1989 obtuvó 0,27 por ciento; en 1995, logró 0,19 por ciento; en 1999, 0,60 por ciento y en 2003 y 2007, 0,70 por ciento.
Altamira había señalado días atrás que uno de los objetivos era "posicionar" al Frente de Izquierda "como la cuarta fuerza a nivel nacional". Sin embargo, los partidos de izquierda continúan sin poder ubicarse entre los primeros puestos de una elección y siguen muy por detrás del peronismo y el radicalismo.
El Frente de Izquierda apostará en el futuro a lograr más adherentes en el sector juvenil, el electorado independiente y sobre todo profundizar su influencia en los gremios, ya que se oponen a la denominada "burocracia sindical".