A fines de 2008, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aprobó, tras su paso por el Congreso, la ley que estatizaba los fondos de las AFJP, que pasaron a ser manejados por la ANSES. Pero la familia de la mandataria también tenía un asunto pendiente, acaso más personal, con el organismo que maneja los fondos jubilatorios.
Meses antes, el 5 de marzo de 2008, Ofelia Esther Wilhelm, madre de la presidenta, radicó una causa ante la justicia federal para lograr un reajuste de su pensión, actualización de sus haberes, "así como el pago retroactivo correspondiente a su beneficio previsional", además del cobro de intereses por los haberes mal percibidos.
Así consta en el expediente 6559/2008 publicado por el diario La Nación. El 3 de diciembre de 2010 la jueza Alicia Braghini falló en favor de Wilheim, quien cobra una pensión por viudez desde la muerte de su marido, Eduardo Fernández, en 1982. La sentencia quedó firme el 12 de abril de este año.
La madre de Cristina es uno de los tantos jubilados que reclamaron la actualización de sus haberes de acuerdo con los fallos Sánchez y Badaro, que ordenan recomposiciones en las jubilaciones cobradas entre 1991-1995 y 2002-2006.
Decenas de miles de jubilados iniciaron la demanda judicial, única forma de cobrar los haberes adeudados: ingresan a Tribunales 450 reclamos diarios. El trámite suele durar años: en el caso de Wilheim fueron tres, según el matutino.
El fallo Badaro, en el cual se basa la sentencia de la causa de la madre de la presidenta, fue fundamental para justificar la ley que establecía el 82% móvil a los jubilados, aprobada por el Congreso y vetada por Cristina en 2010.