El Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa) de la Iglesia Católica hizo un llamado "urgente" este lunes a "las autoridades del Estado" para que cese "la utilización irracional del aparato represivo contra comunidades indígenas".
En un comunicado, respaldado por la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen (Cepa), la organización expresó su "repudio enérgico" a los actos "violatorios de los derechos esenciales de las comunidades indígenas", y denunció la "represión" que el 25 de noviembre "se cobró la vida del joven Rafael Nahuel de 22 años" en Río Negro.
Los integrantes del equipo eclesiástico se manifestaron de esta forma luego de una reunión realizada este fin de semana en la localidad cordobesa de La Bolsa, donde analizaron "la situación de alta conflictividad en territorios indígenas de todos el país". Entre ellos destacaron a "la comunidad Mapuche Lafken Winkul Mapu en la zona del lago Mascardi (Río Negro)", donde murió Nahuel de un balazo proveniente de la Prefectura.
"En nombre de Dios hacemos un llamado urgente a las autoridades del Estado a cesar en la utilización irracional del aparato represivo contra comunidades indígenas", reclamaron.
En este sentido, a llamaron "acercarse a ellas en busca de diálogo de buena fe, a reconocer las vulneraciones sufridas históricamente, a atender a sus demandas y a procurar encontrar respuestas pacíficas a los conflictos respetando las normas jurídicas y los compromisos de Derechos Humanos asumidos a nivel internacional".
"Sólo así podremos avanzar en la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y donde quepan todas las culturas", consignaron en el texto, reproducido por la agencia Noticias Argentinas.
En medio del "recrudecimiento de la violencia estatal", consideraron como auspiciosa la conformación de la "Mesa de Diálogo" que se reúne en Bariloche para atender el conflicto de la zona de Lago Mascardi y también, de la "Mesa Nacional para la Paz y el Diálogo Intercultural".
"Hemos adherido a ambos espacios por entender que habilitan instancias pacíficas como herramientas de encuentro y transformación, frente a la intolerancia y al uso de la fuerza de modo desmedido", manifestaron.
Para Endepa, los pueblos indígenas en Argentina han sufrido "un despojo histórico que continúa y se consolida con mayor violencia cada vez que los gobiernos ignoran su preexistencia ya reconocida por la Constitución Nacional, su relación vital y espiritual con la tierra y sus reclamos históricos".
"Frente a ello, con distintas formas y estrategias de lucha, resisten hace más de cinco siglos su exterminio en defensa de su tierra, su cultura y su identidad", indicaron.
Advirtieron, de esta manera, que "los conflictos actuales tienen origen en este despojo y en el incumplimiento de sus derechos fundamentales, especialmente en relación con sus tierras, bienes naturales, acceso a la justicia, educación, salud y otros servicios básicos".