La inversión kirchnerista en publicidad oficial creció casi nueve veces en los últimos cinco años, el mismo período en el que la inflación se duplicó. El matrimonio presidencial arrancó 2003 gastando en difusión 46 millones de pesos y terminará 2008 erogando 435 millones de pesos.
La gestión K habrá gastado a fin de año un total de 1.254 millones de pesos en “propaganda institucional”. Los detalles sobre el manejo de la voluminosa pauta se desprenden de la base de datos que confeccionó, con números oficiales, la fundación Poder Ciudadano.
Se puede observar en esa base que el problema no radica sólo en la cantidad de dinero que se invierte, sino en cómo se lo invierte. Durante este lustro de poder, tanto Néstor como Cristina fueron propensos a beneficiar y castigar con la pauta, de acuerdo con la posición que tomara cada medio.
Utilizaron con la prensa la misma lógica que con gobernadores e intendentes, premiándolos y castigándolos, según fueran aliados u opositores, con la distribución discrecional de los recursos federales.
Con la prensa, el kirchnerismo intentó, desde el comienzo, doblegar a la opinión pública, sobre todo en las vísperas electorales. “El mal uso o el desvío de recursos públicos para financiar campañas es una de las facetas de la corrupción política: utilizar recursos públicos con fines privados”, explicó a PERFIL Laura Alonso, directora ejecutiva de Poder Ciudadano.
Lae la nota completa ingresando a la Edición Impresa del Diario Perfil