Alberto Fernández inaugurará este miércoles las sesiones ordinarias de un Congreso que está en estado de parálisis y, probablemente, mantenga ese estatus durante gran parte del año. Ningún espacio con mayoría propia, cero estímulos políticos para los acuerdos y un calendario electoral que tendrá ocupados a los legisladores en sus provincias son los factores que auguran un 2023 con muy baja producción parlamentaria. Con ese marco de fondo, la renovación que traerá el resultado de las urnas será determinante para el impulso político que tendrá el próximo gobierno.
En la Cámara de Diputados, Juntos por el Cambio tiene la expectativa de ver crecer su bancada, incluso con la posibilidad de quedar muy cerca de tener quórum propio. Es que en la Cámara baja se renuevan las bancas obtenidas en 2019, donde quien más ganó fue el Frente de Todos. Por eso, el oficialismo pone en juego 68 de los 130 diputados que se eligen, mientras que JxC solamente 55. Los siete restantes son de la categoría “Otros” (peronismo no K, socialismo, partidos provinciales).
La tarea no será sencilla para JxC, por dos factores principales. A pesar de la derrota, en 2019 sacó un 40% de los votos en todo el país, un piso difícil de superar. En 2021, tratándose de elecciones legislativas, totalizó un poco más: 42%. De repetirse los resultados de las últimas elecciones, la proyección es al alza, con un interbloque que hoy tiene 116 diputados y podría incluso superar los 125 diputados. Los cálculos más optimistas lo dejan en 127, apenas a dos diputados del quórum propio, otros son más escépticos y les permitirían superar el piso de 120.
Con un magro resultado, el FdT podría quedar por debajo de los cien diputados
El otro factor que complica las chances de JxC de sumar más diputados es Javier Milei. El fenómeno electoral del economista es todavía un misterio. Las encuestas lo muestran consolidado entre un 15 y 20 por ciento, aunque tendrá el desafío de lograr presencia en todo el país. Incluso sacando un 10%, termina quedándose con una importante cantidad de bancas, con otra intriga abierta: ¿a costa de qué espacio? Lo más probable es que en el reparto le saque a todos.
De una forma u otra, si JxC logra quedarse con la Presidencia lo hará con un Congreso mucho más afín, donde los acuerdos para alcanzar mayorías deberían ser menos dificultosos que durante el gobierno de Mauricio Macri, donde las negociaciones con los gobernadores peronistas fueron cruciales. Este panorama se daría tanto en Diputados como en el Senado.
Así como Milei puede ser un factor que reduzca el tamaño de la bancada de JxC, también podría ser la llave para alcanzar el quórum y las mayorías necesarias para determinadas reformas que buscarían impulsar. Hoy el bloque de La Libertad Avanza tiene tres diputados que asumieron en 2021, por lo que todo lo que sume será ganancia. Con un magro resultado, por debajo de sus expectativas, Milei igual podría contar con una bancada de unos ocho diputados, mientras que si la elección es en línea con las encuestas más optimistas incluso podría superar los 20 miembros. Con 10% de los votos en provincia de Buenos, por ejemplo, podría sumar 4 bancas. Si se consolida con buenos guarismos como la tercera fuerza alcanzaría escaños en provincias grandes e incluso intermedias. Escenario incierto aún.
El Frente de Todos, en tanto, en el mejor de los escenarios podría quedar con una bancada similar o apenas inferior a la actual (118 miembros). Es que en 2019 consiguió buenos resultados que le permitieron ganar 19 bancas en Provincia o 4 en la Ciudad o Santa Fe. Para eso debería mejorar mucho la situación económica, algo que algunos se ilusionan con que le permita también pelear la presidencial. Por el contrario, un magro resultado podría dejar al peronismo, por primera vez en muchos años, con una bancada inferior a los 100 diputados.