Durante la tarde tuvo varias reuniones en Olivos con algunos de sus funcionarios. Recibió además al secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien según la agenda presidencia oficial tenía prevista una audiencia para la tarde. Cristina Kirchner hizo varios llamados a sus ministros desde Olivos y finalmente, cerca de las 19, partió hacia el sanatorio Mater Dei en el barrio de Palermo.
Hubo dos versiones de la visita. Por un lado, fuentes de Gobierno informaron que fue a realizarse una serie de estudios de rutina vinculados a la rehabilitación del esguince que sufrió en Italia, durante su última gira. En la clínica se habría realizado un placa en el tobillo así como también habría recibido tratamiento kinesiológico.
Por la noche, sin embargo, fuentes médicas indicaron que en realidad los chequeos se los realizó su hija, Florencia Kirchner.
La Casa Rosada no había dado a conocer a última hora de ayer ninguna información oficial.
El mes pasado, antes de visitar al Papa, la Presidenta sufrió un accidente en la habitación del hotel Eden, de Roma. En aquel entonces, según informó en un comunicado el Gobierno, tuvo una “torsión del tobillo izquierdo, mientras caminaba por su habitación”.Para constatar la lesión, a la mandataria se le realizó una “resonancia magnética” en el “hospital Humberto 1°”, de Roma, “determinándose el diagnóstico de esguince de tobillo izquierdo. Se indicó el tratamiento correspondiente y se inmovilizó la articulación con una férula”, que fue visible cuando saludó al papa Francisco en el Vaticano.
El año pasado, la salud de la Presidenta fue noticia. En octubre, Cristina Kirchner fue operada para drenarle el coágulo de sangre que se le había acumulado entre el cráneo y el cerebro, después de sufrir un golpe en la cabeza. Estuvo seis días internada y luego se recluyó en Olivos, para cumplir un “estricto reposo”. La indicación de los doctores fue que estuviera alejada de situaciones de estrés. Firmó su licencia por 30 días el domingo 6 de octubre. Desde su recuperación, la Presidenta se realizó estudios médicos en la Fundación Favaloro y cumplió a rajatabla la prescripción médica.