POLITICA
LA NUEVA MESA POLÍTICA SE MUEVE PERO NO SUMA RESULTADOS DESPUÉS DEL 26-O

La victoria no despeja dudas: negociadores sin billetera y un dispositivo que no arranca

La euforia por el resultado del 26 de octubre comenzó a diluirse al calor de un hiperativo despliegue del Gobierno que busca capitalizar la ratificación electoral, pero con una gestión que sigue deslucida. La economía no arranca detrás de una agenda de reformas que todavía no llegó al Congreso. Los grandes temas para la segunda parte del mandato de Javier Milei continúan varados en internas palaciegas aún sin solución. Los gobernadores están dispuestos a negociar, pero detrás de los gestos de diálogo no consiguen respuestas concretas. Los interrogantes para el año próximo.

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La nueva vieja mesa. Karina Milei reconfiguró el esquema para transmitir decisiones pero los resultados todavía no aparecen. | Presidencia

Las elecciones del 26 de octubre pasado en las que el gobierno de Javier Milei obtuvo el 41% de los votos imponiéndose en 15 provincias, parece solo haberle otorgado tiempo al oficialismo. A casi un mes de haberse alzado ganador y de haber cosechado un sólido triunfo, el nuevo dispositivo político de la Casa Rosada no despeja dudas, carece de precisiones sobre la agenda legislativa, ni suma gobernadores, ni intendentes al espacio político y dilata el envío de reformas al Congreso.

Donde sí se suman voluntades para pelear la primera minoría es en Diputados.

La “mesa política” integrada por Karina Milei, Manuel Adorni, Diego Santilli, Patricia Bullrich, Martín Menem y Santiago Caputo multiplica reuniones, fotos, conversaciones y gestos, aunque todavía carece de logros.

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El triunfo libertario en octubre pasado solo tapó durante días lo que ha sido una constante de la gestión libertaria. La dificultad para encontrar interlocutores válidos, precisiones en la gestión, cumplimiento de las promesas y una hoja de ruta clara en materia de leyes. Nada de eso se ha despejado con el correr de los días, y el Gobierno fagocita su propio capital político.

El próximo miércoles a las 9.30 se realizará la primera reunión de gabinete, encabezada por el Presidente junto con el nuevo ministro coordinador: Manuel Adorni. El funcionario, que continuará cumpliendo el rol de vocero, ya mantuvo reuniones de gestión con cada uno de los ministros. Además, anunció que avanzará en la desburocratización y en nuevas auditorías. ¿Todo ello no estaba realizado? ¿Adorni auditará la gestión de Guillermo Francos? ¿Hay sospechas al respecto?

La salida de Guillermo Francos y de Lisandro Catalán estuvo lejos de revigorizar los canales de negociación.

La multiplicación de reuniones no se condice con las decisiones: a casi treinta días de haber pintado el mapa de violeta, el Gobierno no tiene definida la convocatoria a sesiones extraordinarias. Se sabe que irán del 10 de diciembre al 31 de diciembre en un primer tramo, para tratar el Presupuesto 2026.

Sin embargo, Bullrich, quien piensa hacerse fuerte en el Senado y ya comenzó a realizar reuniones para ordenar el tablero en la Cámara alta, insistió con la idea de que la reforma laboral se tratase en el Senado, en diciembre, en paralelo.

Otras versiones, por el contrario, indicaban que las reformas debían ser tratadas en febrero, tras el receso estival y de esa manera evitar conflictos en el último mes del año.

Las idas y vueltas del nuevo dispositivo político de Milei también motivaron el enojo del Presidente. El mandatario no quiere que haya filtraciones respecto de las reformas que presentará el Consejo de Mayo a mediados de diciembre. Cayó mal que se haya hablado en los medios de una reforma educativa, y quedó en el ojo de la tormenta Carlos Torrendell, quien depende de la ministra Sandra Pettovello.

De hecho, la falta de un texto o de al menos un borrador de la reforma laboral ha sido un mensaje reiterado y transmitido a Santilli. Los mandatarios muestran predisposición y ganas de acompañar las iniciativas, pero los borradores de las mentadas reformas de la Casa Rosada no aparecen.

Las precisiones tampoco parecen haber llegado por el momento por parte del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, quien en un gesto atípico, mantuvo dos encuentros con la “mesa política”.

Dentro del rosario de reclamos que Santilli viene escuchando en su largo recorrido por las provincias, el principal es sobre las obras públicas, el pago de Nación a las cajas jubilatorias, y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).

“Estamos esperando que aparezca el poncho”, ironizó el mandatario salteño, Gustavo Sáenz, días atrás.

Uno de los riesgos que corre Santilli es el de engrosar su “álbum de fotos” mientras que su poder decisional dentro del gabinete languidezca. La transferencia del Renaper a Seguridad, y su posterior devolución, es una prueba más de amateurismo.

Tampoco hay detalles sobre el nuevo dispositivo para negociar los pliegos de la Corte Suprema, de las vacantes en juzgados federales y nacionales. Está claro que Karina ha obturado el ascenso de Sebastián Amerio, el designado por el asesor Caputo como interlocutor en la Justicia.

En la Casa Rosada niegan movimientos y no hay precisiones sobre la versión que indica que el camarista Mariano Llorens sea el candidato del oficialismo para el Máximo Tribunal. Tampoco queda claro el rol de Santiago Viola, apoderado de LLA.

El nuevo diseño de poder libertario no termina de asentarse, y mientras Bullrich busca hacerse fuerte en la Cámara alta, Mariano Cúneo Libarona prolonga su estadía en el Ministerio de Justicia, luego de haber renunciado en la previa de la elección.

El triunfo del pasado 26 de octubre ha invisibilizado las internas, pero están lejos de aplacarlas. Según reveló elDiarioAR, el asesor Caputo envió a José Lago Rodríguez, subsecretario administrativo del organismo, con el mensaje de despedir a Sergio Neiffert, titular de la SIDE.

El dato no deja de ser sorpresivo: Neiffert es un hombre de Caputo y el movimiento se da mientras Karina y Bullrich miran el área con apetencias.

Francos quería seguir como jefe de Gabinete

El exjefe de Gabinete Guillermo Francos aseguró ayer que su salida del Poder Ejecutivo se dio en buenos términos, pero reconoció que le hubiera gustado continuar al frente de la coordinación del gabinete y que estaría dispuesto a regresar al Gobierno si Javier Milei “se lo pide”.

Francos fue consultado sobre si su desvinculación del Gobierno fue amistosa y respondió: “Sí, absolutamente”, sostuvo.

“Me hubiera gustado ser jefe de Gabinete con un bloque de noventa diputados y uno de senadores de veinte”, dijo y agregó: “Hubiera sido más fácil” para la tarea de la articulación política. También dejó abierta la posibilidad de reincorporarse al Ejecutivo en algún rol futuro y sostuvo que volvería a asumir funciones: “Si el Presidente me pide alguna colaboración, yo estoy dispuesto a hacerlo”.

En tanto, el exfuncionario reafirmó su compromiso de “apoyar al Gobierno”.

“Estoy bien, asumiendo que ya no soy jefe de Gabinete, viendo que Argentina sigue un rumbo totalmente claro y esto se verá reflejado en los años venideros”, señaló el exministro coordinador.