La decisión del Gobierno Nacional de otorgar asilo político al ex guerrillero chileno Galvarino Sergio Apablaza Guerra, acusado del asesinato de un senador pinochetista en 1991, generó un conflicto diplomático con el país vecino que aún no se soluciona.
Pero la figura del chileno también está provocando conflictos hacia adentro del oficialismo: su presencia la semana pasada en el Plenario de la Corriente Nacional de la militancia política y social kirchnerista, que trascendió a los medios, causó un pequeño escándalo.
Tras el mitín frente al Congreso, los responsables del acto -entre los que se cuentan al diputado Edgardo Depetri, el senador Daniel Filmus y el dirigente social Emilio Pérsico- se reunieron a cenar, cuestionando quién había invitado a Apablaza.
"La verdad, no me lo esperaba. ¿Alguien lo invitó?", preguntó Pérsico durante la cena en un restaurante de la zona de San Telmo, según publicó el diario La Nación. Nadie en la mesa se hizo cargo, y varios coincidieron en que su presencia resultó perjudicial.