El técnico informático e imputado por prestarle el arma que mató a Nisman Diego Lagomarsino blanqueó que “pensó muchas veces en suicidarse”. También manifestó que “no le pareció necesario” declarar que compartía una cuenta con el fiscal y aclaró que lo conoció a través del agente Moro.
A raíz del fallecimiento de Alberto Nisman, Lagomarsino dijo que le cambió la vida al pasar de “no existir a estar en todos los diarios” y, por esto mismo, aseguró que tuvo en mente suicidarse. En tanto, señaló que “sintió culpa moral” por entregarle el arma de la que salió la bala mortal.
“Cómo voy a saber que las chicas estaban con Sandra en el exterior”, respondió Lagomarsino ante la pregunta de Luis Majul sobre por qué Nisman le había pedido el arma para defender a sus hijas, cuando ellas estaban en Europa.
El exempleado de Nisman, apuntado por la querella, afirmó que intentó ponerse en contacto con la jueza y exmujer del fiscal, Sandra Arroyo Salgado, pero que “su abogado y la psicóloga le aconsejaron que no lo hiciera”.
Un punto sensible de la causa radica en que Lagomarsino soslayó en su declaración inicial la cuenta en el exterior que compartía con el fiscal Nisman y familiares. “No conté todo, porque me pareció que no era necesario dar esa información”, indicó en La Cornisa TV, para luego aclarar que el magistrado se lo había pedido “porque le pedían demasiada documentación por ser persona pública”.
Sobre el desvío de su salario en favor de Nisman, el experto en informática señaló que “cobraba menos de 20 mil pesos”, cuando su salario era de 40 mil, y que decidió revelar ese acuerdo económico-laboral porque “Rusconi (su abogado) le había pedido que contara todo”.
Otro punto oscuro se basa en cómo Lagomarsino conoció a Nisman. La primera versión indicaba que había sido recomendado por un juez; sin embargo, luego se supo que el nexo fue el espía Carlos Rodríguez, alías Moro, quien le explicó cómo registrar el arma y lo acompañó al polígono. “Declaré que lo conocí a través de otras personas”, dijo en una respuesta confusa al programa periodístico de América TV. Por otra parte, también negó haberle ofrecido servicios al por entonces interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Marcelo Saín.
En cuanto a su trabajo para Nisman, Lagomarsino reconoció que manejó “de forma remota la computadora” del fiscal, pero aclaró que “no lo hizo después de su muerte”.
Quiebre. Lagomarsino describió el momento en el que tuvo que contarle a su hijo mayor la compleja situación. “Lo charlé, previa recomendación de la psicóloga”, dijo para después contar el su hijo (de 8 años) le contestó: “No me tenés que explicar nada, yo sé que no tenés nada que ver”, dijo entre lágrimas.
“Es muy difícil tener que explicarle a un hijo que sos inocente”, aseguró, con la voz quebrada.
Nisman, jefe. En otro momento de la entrevista con Majul Lagomarsino dijo que “lo conocía bien” al fiscal y que tenía “muchos altibajos”. “Me trató mal muchas veces y llegó a insultarme”.
Acusación presidencial. Sobre el discurso de Cristina Fernández de Kirchner en el que sugirió una relación entre Nisman y Lagomarsino, el técnico “recontra negó” tal vínculo con su jefe y agregó: “Qué problema hubiera habido si eso existía”.
