Uno de los condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez, Martín Lanatta, declaró ante la Justicia que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, le pidió que gestionara armas y permisos ante el Renar para allegados y dirigentes políticos y gremiales.
Entre los supuestos beneficiados por el candidato a gobernador bonaerense por el Frente para la Victoria figuraban, según Lanatta, su secretario privado, Diego Alazar González, el camarista de Casación bonaerense Federico Domínguez (procesado en uno de los expedientes de la Causa Amia), el líder del sindicato rural UATRE Gerónimo “Momo” Venegas y el ex ministro del Interior durante el menemismo José Luis Manzano.
A raíz de la declaración se abrió una nueva investigación judicial, que quedó a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral, con intervención del fiscal Juan Pedro Zoni.
Según Lanatta, en 2007 gestionó permisos y armas para varios personajes que luego cobrarían notoriedad, entre los que figuraban Sebastián Forza, uno de los muertos del triple crimen de General Rodríguez.
“En 2008 Forza tiene problemas legales con Drogas Peligrosas”, y luego de ello –indicó Lanatta- Aníbal Fernández “se queda con el negocio de la importación de efedrina”, indicó Lanatta. “Yo, con toda la documentación iba a lo de Andrés Meiszner (titular del Renar, ndr) y él gestionaba las credenciales y las hacía entregar, y las mandaba al domicilio de la gente, un servicio Vip”, explicó el detenido.
La declaración de Lanatta fue formulada ante el fiscal Gerardo Pollicita, en el marco de una causa iniciada por la diputada nacional Elisa Carrió, quien lo acusó de “encubrir al narcotráfico”.