—¿Se sienten en desventaja en la Justicia cuando actúan contra hombres con mucho poder?
LAURA MUÑOZ: Yo siento un trato muy desventajoso del juez que lleva mi causa. Cuando voy al juzgado se esconde para no hablar conmigo y les grita a sus empleados para que me saquen. Es una máquina de impedir, hace un año que no me consigue una audiencia. Pero en lo que respecta a Alejandro (Vandenbroele), a pesar de todo lo que salió publicado en los medios, lo sigue considerando un monotributista.
LAURA ELIAS: Está claro que tienen muchos más recursos económicos. Por ejemplo, cuando compartíamos la custodia, Ottavis pasaba a buscar a mi hijo al colegio y llevaba siempre un escribano para certificar que todo estaba en orden. En ese momento, trabajaba en la Secretaría General de la Presidencia y mandaba un auto oficial a buscar un escribano, lo que significa que yo estaba bancando, con recursos públicos, las acciones judiciales de mi ex esposo.
—¿El poder y el dinero cambiaron a sus ex esposos o ustedes no los conocían por completo cuando se casaron?
LE: En todo caso, yo creo que el poder y el dinero pueden agudizar los defectos de una persona. El principal efecto del poder es la impunidad, la ilusión de que no vas a recibir ningún castigo por lo que hagas, y eso puede acentuar la parte más dañina de una persona.
LM: Coincido. El poder solo no te puede cambiar, tiene que existir un ingrediente de la personalidad que sea potenciado. La influencia política te da como un “free pass”, un pase libre para hacer lo que quieras. En mi caso particular, hoy me doy cuenta de que Alejandro mostraba algunas señales, pero no me imaginaba que iba a terminar así.
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