Teñido bajo los escándalos de las empresas offshore no declaradas, ayer, antes del mediodía, terminó el retiro espiritual que organizó el Gobierno con el presidente Mauricio Macri y todo su gabinete en el complejo de Chapadmalal.
Si bien, inicialmente, la Casa Rosada había pensado el encuentro como un “espacio de reflexión” para conocer los planes de los próximos dos años de cada área y, a la vez, “afianzar el equipo”, el caso del ministro de Finanzas, Luis “Toto” Caputo –quien omitió su participación en firmas offshore–, y el del subsecretario de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan –acusado de haber ocultado 1,2 millones de dólares en Andorra– desviaron el eje.
El tema apenas rozó el retiro, que comenzó el jueves a la tarde-noche y culminó ayer, pero el Presidente aprovechó para hablar de la corrupción. “Uno de los principales compromisos que asumí es el apego absoluto a la transparencia y la gestión clara”, afirmó Macri horas después de conocerse el caso del subsecretario general de la Presidencia, en una conferencia de prensa junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña. En ese marco, el jefe de Estado sostuvo que los miembros de su gobierno “deben demostrar que las acusaciones no tienen sustento”.
“Estamos acá como servidores públicos y esto nos obliga a dar explicaciones cada vez que se lo requiere”, expresó Macri, y afirmó que “como corresponde”, su gabinete colaborará con la Justicia “suministrando la información”. En ambos casos, la Oficina Anticorrupción que dirige Laura Alonso decidió pedir documentación y estudiar en profundidad si hubo algún delito.
A diferencia del último retiro a fines de 2016, no hubo foto del gabinete frente al mar. Es cierto: en este caso se sumaron diputados y senadores, y secretarios de Estado. Pero sorprendió que Caputo no apareciera en ninguna imagen.
En lo que refiere al retiro, según fuentes oficiales, Macri abandonó ayer el complejo presidencial de Chapadmalal a las 10.40 y se fue a su quinta familiar Los Abrojos, en Malvinas Argentinas. Anoche, a modo de despedida, hubo asado con los mejores cortes y tiempo para bromas, política y fútbol.
“El Presidente nos pidió que generemos tranquilidad y confianza, que expliquemos lo que hacemos y los motivos de las decisiones, porque las cosas están cada día un poco mejor y debemos seguir trabajando en esa dirección”, resumió el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, a través de su cuenta en Twitter.
Para varios integrantes del gabinete también hubo momentos de diversión: paddle, tenis y hasta un grupito pequeño salió a correr durante la siesta del viernes, cuando se les dio un par de horas libres. El resto del retiro los ministros no podían tener sus teléfonos celulares encima. Cada uno expuso cinco minutos sus desafíos de los próximos dos años y el clima, según las fuentes, fue “ameno y cordial”, hasta distendido.