Jorge Capitanich planeó las vacaciones veraniegas con sus hijas con todos los condimentos: playas, shows, delfines y shopping, pero algo salió mal. Su escapada a México trascendió por la denuncia judicial presentada por la diputada Sandra Mendoza, ex esposa del gobernador y madre de Jorgelina y Guillermina, quien desde noviembre del 2009 no las ha podido ver.
El gobernador de Chaco y sus dos hijas menores de edad, salieron de Buenos Aires el 25 de diciembre a las 3, gracias a la actuación de una jueza chaqueña, Claudia Feldman, que también figura en la denuncia contra Capitanich. Ya en Cancún, se alojaron en el Gran Meliá, donde la habitación para un adulto y dos menores ronda los mil dólares diarios.
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El tour continuó por la sofisticada Playa del Carmen donde Capitanich y sus hijas disfrutaron del show de un imitador de Michael Jackson en la disco Coco Bongo. Los Capitanich recibieron el Año Nuevo en México y el gobernador aliado de los Kirchner se permitió hasta tocar la corneta serpentina, mientras sus hijas lo incentivaban a usar el cotillón que se repartía entre los comensales.
Mientras tanto, en la Argentina, Sandra Mendoza preparaba la denuncia por los presuntos delitos de Impedimiento de Contacto (artículo 1º, de la ley 24.260), “sin perjuicio de que pudieran encuadrar también en el presunto delito de Abuso de Autoridad y Violación de los Deberes de Funcionario Público”.
