La devaluación y las paritarias impactaron de lleno en las cuentas provinciales, que deberán hacer equilibrio frenando grandes obras y cerrando acuerdos con los gremios sin resignar el pago de sus deudas.
La provincia de Buenos Aires es una de las más complicadas. Se prevé que el gobernador, Daniel Scioli, debe desembolsar al menos $18 mil millones más de lo presupuestado para docentes y municipales. Con los aumentos se generará un plus que aún no se sabe de dónde saldrá. Por lo pronto, según reveló el ex diputado provincial de la Coalición Cívica, Walter Martello, el año pasado se ejecutó apenas el 35% de lo presupuestado para obras y “este año será peor”. Según explicó, se deberán refinanciar $4 mil millones que la Provincia le debe a la Nación.
En Córdoba, la incertidumbre obligó al gobernador, José Manuel de la Sota, a cierta moderación en el gasto público. Preocupado, recibió esta semana a la CGT local y logró postergar la discusión salarial hasta que se aclare el panorama nacional. La deuda lo obligó a negociar con la Nación una refinanciación de $966 millones. Sin embargo, este año De la Sota no hará grandes anuncios de obras y deberá ocuparse de otra deuda de US$ 350 millones. La Ciudad no escapa al conflicto: Mauricio Macri no tiene previsto un ajuste, aunque dependerá de la paritaria. Este año, deberá desembolsar US$ 200 millones por pago de deuda tomada, pero el efecto de la inflación en los costos de la obra pública (que se atrasaría) y el pedido de un aumento del 35% por parte de los docentes podrían complicar su situación. “Si bien el reclamo es legítimo, tendremos que buscar un equilibrio con los fondos que tenemos”, apuntó Néstor Grindetti, ministro de Hacienda porteño.
En Santa Fe, el socialista Antonio Bonfatti logró aprobar una reforma impositiva para alivianar las cuentas (el impuesto rural hizo crecer un 40% la recaudación). Pero Eduardo Toniolli, diputado provincial del Frente para la Victoria, explicó que “la obra pública se hace con el fondo sojero” que envía la Nación, y agregó que “ya se viene dando una disminución de la obra pública, que es contradictorio porque subela recaudación”.
El gobernador de Chaco, Juan Bacileff Ivanoff, confió a PERFIL que desde diciembre comenzó a aplicar una reducción del gasto público. “Estamos con un estricto control, por ejemplo en las suplencias de los docentes. Hay un promedio de tres maestros por cargo en algunos departamentos”, dijo. Y agregó que está esperando ver cómo se resuelven las paritarias a nivel nacional. Chaco tiene una fuerte deuda con la Nación, de $3.600 millones, que fue refinanciada con una tasa de interés del 6%. En dólares, debe 150 millones.
Río Negro dio el puntapié inicial cuando, hace un par de días y por YouTube, el gobernador Alberto Weretilneck anunció el despido de la mitad de sus funcionarios (de 340 a 170), que, además, tendrán una reducción del 15% en sus salarios. Magdalena Odarda, senadora por el Frente Progresista, señaló: “Es la antesala de un gran ajuste que ya se puede ver con despidos en empresas públicas”.
Mendoza tiene un rojo financiero que arrastra de años. El gobernador, Francisco “Paco” Pérez, decidió impedir el ingreso de nuevo personal y autorizó un aumento en el transporte público del 40%. Según la diputada nacional Patricia Giménez (UCR), Pérez está esperando que inicien las paritarias nacionales para fijar el techo. “Desde 2002 que no se ejecuta todo el presupuesto de obra pública, y Pérez se quiere endeudar para pagar salarios. Queremos que esa deuda se destine a otra cosa, porque si no, cuando se terminen las regalías (por el petróleo), no vamos a tener nada”. La legisladora precisó que el año pasado se tomaron tres préstamos con alto interés. Por su parte, en Catamarca, la gobernadora, Lucía Corpacci, planea una “reforma administrativa”, un eufemismo para no hablar de un ajuste. Allí, el 45% de la población económicamente activa depende del Estado
Informes: Ariel Bogdanov y Lorena Direnzo.
