Luego de que se hiciera pública la renuncia de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, que será efectiva a partir del 31 de diciembre de este año, las repercusiones en el mundo político no tardaron en llegar.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, aseguró en nombre del Gobierno que desde la Casa Rosada se valora “el paso al costado que ha dado la procuradora" ya que "habilita para avanzar en la línea de reformas que anunciará el presidente (Mauricio Macri) y que tienen que ver con coincidencias básicas para tener respuestas de una Justicia ágil e independiente".
En diálogo por el canal TN, el ministro sostuvo que el jefe de Estado "seguramente en estos días formalmente aceptará la renuncia" y dijo que Gils Carbó deberá "enfrentar los proceso judiciales (que tiene pendientes) como cualquier ciudadano".
Por su parte, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, juzgó como positivo al anuncio de la renuncia y consideró que el "nivel de conflicto" con el Gobierno "frenaba" seguir adelante con reformas en la Justicia.
"Tenemos una agenda de reformas que venía siendo frenada por esta discusión del Gobierno con Gils Carbó", expresó el gobernador antes de ingresar al CCK para participar de los anuncios que dará Macri. "No sirve cuando una persona mantiene el nivel de polémica y de discusión como el que había", agregó.
Otro que vio con buenos ojos la renuncia de Gils Carbó fue Fernando Sanchez, diputado nacional de la Coalición Cívica y mano derecha de Elisa Carrió. “Es muy bueno, aunque tendría que haberlo hecho hace mucho tiempo. Ahora podemos tener un buen procurador y tener por fin Justicia en Argentina”, aseguró.
