El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, rechazó la afirmación del secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien avaló la implementación de las pistolas no letales Taser entre las armas de las fuerzas de seguridad, y reiteró que su uso "no es para nada positivo y es una tortura".
"Soy jefe de Gabinete y algún derecho tengo de plantear este tema con vehemencia, por más que mi amigo Sergio Berni crea que es algo positivo. No es para nada positivo, es una tortura, es un gesto horrible en términos de la relación con la sociedad", señaló en su charla habitual con la prensa antes de ingresar a la Casa Rosada.
El funcionario negó, además, que las fuerzas federales vayan a utilizar ese tipo de arma mientras dure la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Lo que dice él es una posición personal, no es la posición del Gobierno. El Gobierno no está de acuerdo con que las Taser X26 sirvan para controlar y torturar a la sociedad”, aseveró.
“Bajo ningún punto de vista aceptaría que funcione una cosa de estas características en este país", añadió el jefe de ministros.
La polémica en el Gobierno nacional surgió luego de que la Justicia porteña avalara la utilización de las pistolas Taser por parte de la Policía Metropolitana. Berni dijo ayer que "no dudaría ni un segundo" en que policías "las utilicen en algunas zonas, donde es una locura sacar un arma de fuego", pese a que antes Aníbal Fernández había rechazado su uso por ser un elemento "de tortura".