Desde la ciudad francesa de Biarritz, Roberto Lavagna se mostró preocupado por “la crispación de la sociedad” ya que, según su criterio, pone “en peligro el proceso de desarrollo e incluso de crecimiento económico”.
El ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner y actual candidato presidencial opositor no quiso aclara sin atribuía esta situación al presidente y su polémica con la Iglesia Católica y con otros sectores de la sociedad.
El economista, que se encuentra participando de un Foro en la mencionada localidad, sostuvo en un reportaje con radio Continental que la actual administración de Kirchner "no es la misma" que en la que él participó como uno de sus principales funcionarios.
Para Lavagna, el gobierno kirchnerista, luego del triunfo de las últimas elecciones legislativas, optó por "un cambio de rumbo".
El hombre de la oposición enumeró entre las transformaciones que percibe como negativas a la "intervención del Estado en la economía”, en referencia al control de precios, entre otras.
También criticó “ ciertas actitudes en relaciones internacionales” en alusión con el gobierno venezolano de Hugo Chávez.
Lavagna resumió que se tratan de “una serie de cambios que hace que la actual administración no sea la misma que en la cual yo participé".
El candidato prefirió no ahondar en temas que mencionó como de "politiquería" y "chimento".
Sociedad civil. Consulado sobre la posibilidad de que sus aliados radicales reconsideren el apoyo a su candidatura, Lavagna dijo que su propuesta "no partió de ningún partido político" sino "de la sociedad civil".
Luego, "vinieron algunas estructuras políticas sumándose, o considerando sumarse", contó.
"Bienvenido sea el debate, así el centro está en la sociedad civil", señaló.
Lavagna explicó sus propuestas de cara a los comicios presidenciales. "La distribución de la riqueza, la seguridad ciudadana y la calidad de las instituciones", resumió.
En ese sentido, advirtió que con este gobierno "no hay procesos de desarrollo de mediano y largo plazo, y no hay permanente mejoramiento de las instituciones".
Al respecto, sostuvo que la calidad de las instituciones pasa por el consenso entre los distintos sectores, "por crear en la sociedad un clima de consenso, de búsqueda de consensos, de concertaciones profundas y evitar -dijo en aparente alusión a la polémica con la Iglesia- la crispación".
Desarrollo en peligro. Según Lavagna, "las sociedades crispadas, enervadas, son sociedad que no tienen instituciones buenas y en consecuencia ponen en peligro el proceso de desarrollo, incluso el de crecimiento".
Sin embargo, cuando se le preguntó si el Gobierno alienta la crispación, Lavagna evitó ir más allá y respondió que "en Buenos Aires, si quiere, seguimos hablando de cuestiones de política interna".
En cuanto al futuro cercano, Lavagna señaló que las de 2007 "pueden ser las primeras elecciones presidenciales, desde el 83, que se hace en un contexto económico de no crisis" y alertó que esta "chance, Argentina no debe perder mezclándose en discusiones menores, politiqueras".