Socio comercial e íntimo amigo de Néstor Kirchner desde hace muchos años, Lázaro Báez, el empresario que más se benefició con la obra pública en la era K, es la cabeza de un nuevo emprendimiento que parece ir en contra de lo declamado por el Gobierno en los últimos meses: plantar soja en La Patagonia.
Más precisamente, según revela el nuevo número de la revista Noticias, el hombre pretende sembrar el "yuyito" al que tanto maldijera recientemente la Presidenta en El Calafate, donde el frío extremo (son pocos los meses en que allí no nieva) no sería impedimento para que la inversión dé los frutos esperados.
El ambicioso proyecto se puso en marcha hace un mes, cuando el empresario viajó a Corea para inmiscuirse en las técnicas de sembrado en zonas como la patagónica. De allí, Báez volvió dispuesto a todo: "Si invertimos en sistemas de riego, mejoras del suelo y conseguimos buenas semillas, tenemos posibilidades", se ilusiona.
Según sus allegados, el socio de Kirchner está invirtiendo buena parte de su fortuna en el proyecto, que también contempla sembrar trigo, cebada y centeno. La apuesta se canalizará a través de Austral agro, empresa creada por Báez el año pasado y que está autorizada para incursionar en actividades agrícola-ganaderas.
En las tierras que tiene en el sur, el empresario ya comenzó a hacer mejoras en los suelos, invirtió en sistemas de riego y mejoró las estructuras edilicias. Además, cercó y subdividió todos los campos y está trabajando sobre alisamiento de los terrenos. Aunque una parte de los campos, según asegura él mismo, seguirá destinada a la cría de ovejas.
Quienes frecuentan al hombre aseguran que hace rato tenía ganas de participar del negocio de la soja y el agro, pero que el conflicto con el campo le retrasaba los planes. "No hubiese caído muy bien en medio del quilombo con los ruralistas", dicen sus voceros.
(Más información, en el nuevo número de la revista Noticias)