El día esperado de Gabriel Brito llegó. la sala II de la Cámara Federal dictó hace instantes su excarcelación del penal de Ezeiza, en el que se encontraba desde el 5 de mayo pasado, acusado de formar parte de una asociación ilícita destinada a la comercialización de medicamentos truchos.
En su fallo los jueces de la Sala II sostuvieron que "no existe mérito suficiente como para procesar o sobreseer al nombrado en orden al hecho tipificado como infracción al artículo 168 del Código Penal, correspondiendo en consecuencia disponer su libertad en estos actuados". De esa forma, revirtieron la medida dictada por el juez federal Norberto Oyarbide.
En Ezeiza, Brito vivió momentos que podrían ser catalogados como límite. Un calvario. El 20 de julio pasado, después de vincular al ministro del Interior, Florencio Randazzo, en la causa de la Mafia de los medicamentos, el ex dueño de la auditora Global Pharmacy recibió una golpiza por parte del personal penitenciario y lo tenían en aislamiento casi total, encerrado 23 horas al día sin luz.
Además, no se le suministraba su medicación -Brito es insulinodependiente- en los tiempos necesarios al punto de que por momentos estuvo al borde del coma hipoglucémico. Debido a un golpe, también se le había perforado un tímpano y no recibía la atención médica necesaria.
