“Nuestros miedos son muchos. No somos un botín. No queremos terminar como rehenes de un ataque político. No queremos que nos usen para atacar a nuestra madre. Tampoco queremos ser víctimas de una manipulación en los análisis genéticos”. Marcela y Felipe Noble Herrera, los hijos de la dueña del Grupo Clarín, dejaron el bajo perfil que cultivaron en los once años que lleva la causa en la que se investiga si son –o no– hijos de personas desaparecidas durante la última dictadura militar e hicieron públicas sus dudas y temores. Fue a través de una solicitada y una declaración televisiva en la que, tomados de la mano, plantearon: “No queremos exponer nuestra intimidad indefinidamente, sin garantías legales ni científicas (...)”.
Para saber cuál es el riesgo de que se puedan manipular las muestras de ADN, PERFIL entrevistó a Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, de quien depende el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), con sede en el Hospital Durand. Y consultó a reconocidos genetistas, que explicaron por qué desde el punto de vista científico la manipulación es prácticamente imposible.