Esta semana, Walter “el Cabezón” Romero volvió a su rutina de trabajo. El chofer que llevó al presidente Mauricio Macri hace diez días por las poceadas calles de tierra de Derqui, en el partido de Pilar, recibió a PERFIL en Escobar, en la cabecera de La Central. Más relajado y sorprendido por el revuelo que generó la visita del primer mandatario, contó cómo fue el operativo que se montó desde Casa Rosada para mostrar a un Macri amable y cercano con los vecinos.
Como pasó en las últimas semanas con diferentes actos y apariciones públicas, el Gobierno utilizó este viaje para explicar detalles del plan oficial para mejorar los caminos en varias zonas del conurbano bonaerense, obra que beneficiará a más de 870 mil usuarios del transporte público. Mientras las imágenes oficiales mostraron a un presidente cercano, más tarde trascendieron otras que mostraban una puesta en escena, con custodios y pasajeros “invitados”.
Walter inicia su turno habitualmente a las cinco de la mañana. Ese jueves, lo llamaron de la empresa a las 3 para que vaya “bien vestido” ya que debía llevar al Presidente. Desde la cabecera de Derqui, salieron dos coches de la línea 520: uno iba adelante con pasajeros, y otro detrás, sólo con Romero y los dueños de la empresa. Al llegar al Barrio Toba, punteros de la zona empezaron a subir a la unidad a los vecinos que quisieran compartir unos minutos con el Presidente. “Se trataba de vecinos que conozco de cara. La gente se iba levantando porque veía mucho movimiento y ahí les preguntaban si querían subir a ver al Presidente. Les tomaron los datos y viajaron”, relata Romero.
El recorrido junto a Macri por Derqui –donde los compañeros del Cabezón se quejan cuando por las lluvias se convierte en una zona casi intransitable– duró unas doce cuadras. “La gente quedó entusiasmada, ya que escucharon de boca del Presidente que les iban a solucionar los problemas que tienen, como la inseguridad”, relata Walter, quien dice que vio “con mucho sueño” al Presidente, pese a que el operativo se realizó cerca de las 11 de la mañana.
Cuando sus compañeros le preguntan si Macri fue la persona más importante que transportó, dice: “Todos los pasajeros son importantes, porque gracias a ellos me hice mi casa”.
Colectivero. Hace 29 años que Romero trabaja en La Central y ya le queda poco para jubilarse. En sus inicios, manejaba los viejos Mercedes 1114 cuando la empresa tenía sólo dos recorridos. Hoy, de 22 coches pasaron a 180, y hay unas 300 personas trabajando.
“En estos últimos treinta años la situación general de la zona está cada vez peor. Como los caminos y el tema de la inseguridad. En Dique Luján, por ejemplo, en un recorrido que normalmente debería llevar diez minutos, tardás más de 25. Lo mismo pasa en la Ruta 8, que tiene zonas intransitables”, cuenta Walter, quien hace poco más de un mes sufrió un violento asalto por la zona de Escobar.
El colectivero también vivió la falta de inversiones en infraestructura en esa zona. “Acá siempre hubo promesas de mejoras de parte de los municipios. Pero nunca aportaron nada. Por ahí pintaban algún refugio y nada más. La empresa les donaba asfalto para mejorar caminos pero ningún intendente hizo nada por tapar los baches”.
Lo levantaron a las 3 para llevar al Presidente
Walter Romero fue el chofer que hace diez días manejó el colectivo 520 cuando se denunció una puesta en escena en una zona humilde de Pilar. El operativo duró doce cuadras y los vecinos pidieron obras y seguridad.
