Habían pasado apenas un par de horas desde que Mariano Ferreyra había sido sepultado en Avellaneda. Ocho de sus compañeros de militancia del Partido Obrero, reunidos por PERFIL, hablaron sobre el joven asesinado y contaron cómo es la vida de los universitarios que luchan junto a los trabajadores. Representan la fusión de militancia partidaria y participación universitaria. El escenario: la Plaza de Mayo, donde el jueves marcharon para pedir justicia.
—¿Cómo vivieron la dura experiencia del asesinato de Mariano Ferreyra?
ALEJANDRO LIPCOVICH: Fue un impacto tremendo, uno nunca termina de caer. Estas horas son como una nebulosa rara. Mariano era un compañero de militancia, nos cruzamos en infinidad de actividades y fue asesinado salvajemente. Que Mariano haya estado ahí al frente no es una casualidad, no sólo por él, sino porque es el reflejo de toda una juventud que lucha con los trabajadores.
PAZ MANRIQUE: Al principio no podía caer en lo que estaba pasando. Cuando salimos a luchar, sabemos que nos enfrentamos contra mafias y la Policía. Tengo bronca pero también nos sirvió para explicarle a la gente que hay una juventud que está luchando no sólo por los estudiantes. Mariano lo entendió así y por eso estaba con los ferroviarios.
—¿Cómo conviven el militante universitario y el militante que lucha por los trabajadores?
JUAN CORBALAN: Parte de una convicción común. La mayoría estudiamos en la universidad y trabajamos. Y en trabajos en los que nos pagan un cuarto de la canasta salarial. En este caso, le tocó a un compañero, pero es lo que viven cotidianamente los militantes en Argentina.
PM: Vamos a salir adelante y vamos a sacar a la burocracia sindical y a las camarillas universitarias. La lucha es una sola: la damos en todos los campos para transformar la realidad. Y son estas convicciones por las que estamos dispuestos a dar la vida.
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