¿Podría haberse evitado la muerte de Néstor Kirchner? Aunque la pregunta suene descarnada con el trágico desenlace de la vida del ex Presidente ya consumado, los especialistas responden que sí, que el fallecimiento del patagónico se debió a una serie de factores que podrían haber sido tratados a tiempo.
Según informa la revista Noticias en su última edición, varios cardiólogos coinciden en que el cuerpo de Kirchner dio varias señales que no fueron (o quisieron ser) vistas por el cuerpo médico de una unidad presidencial, dirigido por Luis Buonomo, íntimo amigo del matrimonio.
Algunos días antes de morir, Kirchner le comentó a sus íntimos que era un hombre afortunado porque su corazón le había avisado que tenía problemas. Lo decía por las internaciones de febrero y septiembre en la que se le practicó una cirugía de carótida y una angioplastía.
El "primer damo" debía cambiar su ritmo de vida, pero además tener un seguimiento de sus médicos y tomar medicaciones por tener un stent. La última señal que Kirchner recibió de su organismo fue el fuerte dolor de pecho que, según los especialistas, habría sido una angina de pecho.
Pero mientras en El Calafate, el ex presidente padecía esos dolores (no reflejados en sus últimos estudios médicos), Buonomo estaba en Buenos Aires, una escena que se repitió en su última internación, cuando se le obstruyó una arteria coronaria y el director de la Unidad Médica Presidencial estaba en Santa Cruz. Cuando Kirchner moría en el sur, su doctor estaba en Capital.
Prevención cero. Dos aspectos más nutren la hipótesis de que hubo falta de prevención para evitar la muerte. Primero: que Kirchner no habría estado tomando los medicamentos necesarios para todo enfermo cardiovascular al que se le ha colocado un stent. Esos fármacos son los que evitan una obstrucción de la válvula cardíaca. Segundo: a los especialistas les resulta incomprensible cómo no había un desfibrilador a manos antes de llegar al hospital.
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